EL SIGLO DE TORREÓN
FRANCISCO I. MADERO, COAH.- La lluvia registrada la noche del lunes no causó tantos problemas en el municipio como en otras ocasiones. Charcos por doquier, fue el saldo que dejó esta precipitación pluvial.
En el recorrido que realizó El Siglo de Torreón por esta entidad, descubrió que donde más estancamientos de agua de lluvia se registraron fue en las colonias Solidaridad, Insurgentes, Montemayor y en algunas calles del centro de esta ciudad.
Aunque las personas que viven en las comunidades rurales, como el caso de Sanjuana López de Covadonga, opinaron que para ellos fue una bendición. Incluso los encharcamientos no les importaron tanto, pues más bien a lo que le temen es a las goteras.
Situación que no se presentó en la mayoría de las viviendas, pues sus techos están recubiertos con hule que han conseguido en Presidencia Municipal, ?además porque no fue una lluvia de ésa que se estanca?, dice Sanjuana.
Dolores Ríos de la colonia Solidaridad, manifiesta que hasta de nervios se pone cuando ve que el cielo se torna gris, ?ya uno no sabe ni qué hacer, pues los hules y cartones en veces ni protegen del agua, pero lo bueno que esta tormentita fue benévola?.
El torrencial para los automovilistas fue un caos en algunos puntos de la ciudad, sobre todo por la calle Zaragoza y en otras donde sus arterias estaban anegadas.
En estos lugares, la gente pasa con cuidado por el temor de mojarse sus zapatos o para evitar que un conductor a su paso las bañe totalmente.
Finalmente, para los habitantes de esta ciudad, esta precipitación pluvial no dejó grandes daños, como los que han dejado las lluvias en otras ocasiones.
La situación.
La lluvia registrada la noche del lunes no causó tantos problemas en el municipio como en otras ocasiones.
Charcos por doquier, fue el saldo que dejó esta precipitación pluvial.
Donde más estancamientos de agua de lluvia se registraron fueron en las colonias Solidaridad, Insurgentes, Montemayor y en algunas calles del centro de esta ciudad.
Algunas personas opinaron que para ellos fue una bendición.
Incluso los encharcamientos no les importaron tanto, pues más bien a lo que le temen es a las goteras.
Para los habitantes de esta ciudad, esta precipitación pluvial no dejó grandes daños, como los que han dejado las lluvias en otras ocasiones.
FUENTE: Investigación de El Siglo de Torreón
