Pone el Gobierno en
alerta sus servicios
veterinarios en las
26 provincias del país
EL UNIVERSAL-AEE
EL CAIRO, EGIPTO.- El pánico se ha desatado en Egipto tras la aparición de los primeros casos de gripe aviar en ese país, uno de los más poblados de África y cuyos habitantes, alrededor de 74 millones, son en su mayoría, consumidores de carne de pollo.
El Gobierno egipcio ha puesto en estado de alerta sus servicios veterinarios en las 26 provincias del país tras el descubrimiento de siete pollos domésticos afectados por el virus y después que los análisis de laboratorio mostraran que se trata de la variante H5N1, la más patógena y mortal.
La aparición del virus en distintas áreas del país, incluida la capital, ha aumentado el nivel de alarma y ha generalizado el miedo, ya que la mayoría de los egipcios consume principalmente pollo debido a los elevados precios de otras carnes.
Fuentes oficiales no ocultan su temor a que muchos habitantes de zonas rurales, sobre todo los acosados por la pobreza que caracteriza esas áreas, no colaboren con las autoridades y escondan las aves de corral para que no sean sacrificadas.
Fuentes médicas aseguran que veinte personas en contacto con aves de corral han tenido que ser ingresadas en varios hospitales de Minia (unos 250 kilómetros al sur de El Cairo), así como de la capital y de la vecina provincia de Guiza, donde han sido detectados los primeros casos en animales.
?Hasta el momento no se ha registrado ningún caso en humanos, y no hay para que asustarse?, dijo a Abderrahman Shahin, el portavoz del Ministerio de Sanidad, al asegurar que ?las autoridades pertinentes están en alerta las 24 horas del día?.
Señaló que seis de los siete casos detectados han sido descubiertos en casas de zonas desfavorecidas de El Cairo y Guiza, y sólo uno fue hallado en una granja de Matai, en Minia, donde el resto de las aves fue inmediatamente sacrificado.
La afirmación de las autoridades de que ?la situación está bajo control? no encuentra aparentemente respuesta positiva entre el pueblo, y muchas tiendas donde se venden pollos, patos, gallinas y cisnes han cerrado desde ayer sus puertas.
La inquietud es aún mayor entre los granjeros, algunos de los cuales habían declarado ya en las pasadas semanas la quiebra económica debido al descenso de las ventas por los rumores sobre casos de gripe aviar en sus zonas.
