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MIAMI, FLORIDA.- El gobernador Jeb Bush suspendió todas las ejecuciones en la Florida luego que un médico forense dijera que la inyección letal de un condenado a muerte se realizó en forma inadecuada.
La ejecución de un puertorriqueño el pasado miércoles, declarado culpable de homicidio, se llevó 34 minutos -el doble de lo normal- y requirió una inusual segunda dosis de químicos letales porque las agujas, al ser introducidas, traspasaron sus venas y llegaron al tejido en sus brazos.
El doctor William Hamilton se rehusó a decir si pensaba que Ángel Nieves Díaz murió de manera dolorosa.
“Voy a tener que posponer responder a cualquier pregunta relacionada al dolor y sufrimiento hasta que se complete la autopsia”, informó Hamilton durante una conferencia telefónica. Dijo que el hacer más exámenes tomaría varias semanas.
Mientras tanto, un juez federal de California declaró ayer inconstitucional la inyección letal como método de ejecución de los condenados a muerte, aunque sugirió que podría haber alguna manera de corregir el procedimiento.
El juez de Distrito Jeremy Fogel, quien había impuesto una moratoria a las ejecuciones en el estado, abrogó por el momento la aplicación de la pena capital a través del método de inyección, pero en su dictamen dejó abierta la posibilidad de “componerlo”.
La respuesta del gobernador Bush a los hallazgos preliminares de Hamilton fue detener la aprobación de cualquier sentencia de muerte hasta que una comisión creada por él para examinar el proceso de inyección letal del estado complete su informe final antes del primero de marzo.
Bush dijo que quería asegurarse que el proceso no constituía un castigo cruel e inhumano, afirmación que los opositores de la pena de muerte han esgrimido en su petición para detener el uso de la inyección letal en el estado.
Hamilton, quien realizó la autopsia el jueves, dijo que las agujas perforaron dos venas y luego penetraron el tejido suave en los brazos de Nieves Díaz.
“Es más probable que efectivamente, la perforación de las venas ocurriera anticipadamente en este proceso”, expresó Hamilton. “Los hallazgos de la autopsia fueron distintos de los hallados en casos similares de ejecuciones por inyección letal”.
También dijo que aunque había registros de que Nieves Díaz tenía hepatitis, su hígado tenía una apariencia normal. Autoridades penitenciarias estatales dijeron después de la ejecución del miércoles que Nieves Díaz tenía una enfermedad hepática, debido a la cual las drogas se metabolizaron más lentamente en su organismo.
Como resultado de la entrada de las sustancias químicas a sus brazos cerca del codo, sufrió una quemadura química de 30 centímetros en su brazo derecho y otra más en su brazo izquierdo, informó Hamilton.
El secretario de Penitenciarías de la Florida, James McDonough, dijo que el equipo de la ejecución no vio ninguna hinchazón en los brazos, lo cual habría sido un indicio de que las sustancias entraban al tejido y no a las venas.
David Elliot, vocero de la Coalición Nacional para Abolir la Pena de Muerte, dijo que los expertos contactados por su organización sospechaban que una enfermedad del hígado no era la explicación del problema.
“Ciertamente Florida se ha ganado una reputación merecida por ser un estado que realiza ejecuciones con mucho descuido, ya sean por descarga eléctrica o inyección letal”, señaló Elliot.