EFE
LAGOS, NIGERIA.- El Gobierno de Nigeria anunció ayer que ha suspendido por tiempo indeterminado la licencia operativa de la aerolínea local ADC, uno de cuyos aviones se estrelló el domingo a poco de despegar de Abujah sin permiso de la torre de control, causando la muerte de 98 de las 105 personas que iban a bordo.
El ministro de Aviación nigeriano, Babalola Borishade, anunció la suspensión de ADC en una conferencia de prensa en el aeropuerto ?Nnamdi Azikiwe? de la capital, de donde el avión, un Boeing 737-200, había partido con destino a la norteña ciudad de Sokoto, para caer a tierra un minuto después a causa del mal tiempo.
Borishade ratificó sus declaraciones anteriores de que un ?error de pilotaje? fue la causa del accidente, el tercero en que se ve involucrada una aeronave comercial en Nigeria en el término de un año.
?Pese a las recomendaciones (contrarias) de la torre de control y un deterioro de las condiciones meteorológicas, el piloto procedió con el despegue?, dijo Borishade.
El funcionario nigeriano puntualizó que en el momento en que el avión de ADC se aprestaba a partir ?era obvio que el tiempo se deterioraba rápidamente, con una fuerte tormenta, lluvias, vientos huracanados y relámpagos en el área del aeropuerto, lo cual es una característica (del clima) bien conocida en esta época del año?.
?El piloto de este desafortunado avión se negó a aceptar los consejos meteorológicos y la opinión de la torre de control de que debía esperar a que las adversas condiciones se despejaran a fin de poder despegar con seguridad?, señaló el ministro.
Borishade explicó que las decisiones de los pilotos de desoír los consejos de los controladores del tránsito aéreo han sido la causa de un número de accidentes con ?desastrosas consecuencias?.
Respecto a la compañía aérea suspendida, el ministro nigeriano de Aviación dijo que ?Aerolíneas ADC ha demostrado no poseer los atributos internos críticos necesarios para garantizar una adecuada idoneidad profesional de sus tripulantes?.
Tras una serie de siniestros aéreos que causaron la muerte de más de 200 personas desde octubre del año pasado, el Gobierno nigeriano suspendió las licencias de varias aerolíneas, aunque permitió la reanudación de las operaciones tras efectuar algunos controles de seguridad.