El Siglo de Durango
SÚCHIL, DGO.- Con base en las denuncias de la ciudadanía, el comandante Antonio Ávila será suspendido de su cargo por las irregularidades cometidas.
?No pagarán justos por pecadores?, dice el síndico municipal Jesús Ramírez Rodríguez, al tiempo de señalar que en próximos días retirarán temporalmente de su cargo a Antonio Ávila, quien es sancionado por segunda ocasión por las irregularidades que ha cometido el tiempo que ha laborado en la Policía Municipal.
En ausencia de la alcaldesa interina Hermelinda Alvarado Berumen, quien se encontraba en una reunión con distintas instancias de salud, el Síndico Municipal fue entrevistado por El Siglo de Durango, respecto de las acciones que el Ayuntamiento realiza en torno a la Policía Municipal.
Llamó la atención el hecho de que mientras Alvarado Berumen informó que en una junta con los elementos policiales solucionaron diferencias y se llegó a un acuerdo de trabajar en una misma línea, por medio de un oficio días después notificaron al oficial Héctor Gallardo que sería sancionado 15 días o suspendido definitivamente de su trabajo, aunque más bien le solicitaron la renuncia.
En caso de que no aceptara la renuncia, le dijeron que sería puesto como vigilante de la clínica de Súchil, con un salario menor al que actualmente percibe.
Ayer por la mañana la Presidenta Municipal interina visitó a Héctor Gallardo, y a decir de éste, ella le dijo que el problema que había con él eran las declaraciones que vertía a la opinión pública respecto del desempeño del comandante Antonio Ávila.
Le dijo que no tenía derecho a hablar de esa manera en contra de sus superiores, y que debía renunciar o sería removido de su trabajo, con base en la ?ley?.
Al respecto, el afectado cuestiona: si la ley impide la denuncia y, sobre todo, ?qué tan correcto es que por hablar con la verdad sea destituido del trabajo?, por lo que considera que en Súchil solamente es válido hablar bien de los altos mandos.
Los funcionarios del Ayuntamiento, comenzando por la Alcaldesa interina y el Síndico Municipal, señalan que en el municipio no pasa nada, solamente tienen muchas ganas de trabajar y que todo lo demás son chismes que la prensa no debe tomar en cuenta.
Pero hasta ayer, el oficial Héctor Gallardo se mostraba sumamente preocupado, pues no creía que la honestidad iba a poner en riesgo su trabajo.
Y es que, definitivamente, Antonio Ávila es ratificado en su cargo pase lo que pase, aunque Ramírez Rodríguez enfatiza que será suspendido de sus labores durante 15 días por las irregularidades en las que ha incurrido, mismas que aceptan al momento de castigarlo.
Por su parte, Héctor Gallardo anunció que solicitará una entrevista con Apolonio Betancourt Ruiz, secretario de Seguridad Pública del Estado, para exponerle su caso e informarle de todo lo que está sucediendo con la Policía de Súchil.
Buscan pretextos
El comandante Antonio Ávila discrimina a Héctor Gallardo, oficial que dejó las drogas, alcohol y las pandillas en Ciudad Juárez, Chihuahua, para regenerarse y posteriormente dedicarse a servir a la comunidad.
No obstante, el Comandante ha comentado en más de una ocasión que Héctor no sirve para desempeñar la labor de prevención del delito, porque fue delincuente y de sus elementos es el más inferior.
Incluso, lo critica por los tatuajes que tiene en gran parte del cuerpo, aunque el agente generalmente usa ropa que le cubre hasta los brazos y el cuello.
Pero lo que sucede, a juicio de Héctor Gallardo, es que Antonio Ávila está molesto porque se siente vigilado y no puede actuar a manos libres de la forma incorrecta que él quisiera porque sabe que será denunciado.
Lo que quiere la gente que está en el poder en Súchil es silencio para hacer las cosas a su modo y taparse unos a otros las irregularidades, pero hasta el momento no lo han logrado del todo, por eso ahora están utilizando la táctica de las amenazas.
