Preparan en Nueva York la Fancy Foods, una de las mayores ferias gastronómicas, que este año espera más de 24 mil visitantes.
Nueva York, (EFE).- Calificados hace años como locos aventureros, los chef españoles de EU han conseguido hacer que algunos norteamericanos sustituyan la hamburguesa y el hotdog por las tapas y el vino español.
"Ha llegado el momento de España. Los norteamericanos descubren nuestro país y su gastronomía gracias a que los cocineros españoles son muy bien valorados", aseguró a Jaime Palafox, director de promoción de la Federación Española de Industrias de la Alimentación y Bebidas (FIAB).
Durante estos días, miles de neoyorquinos pueden dar cuenta de un buen plato de jamón serrano o una tostada con aceite de oliva, regados con un vino español en la Fancy Foods, una de las mayores ferias del sector, que este año espera más de 24 mil visitantes.
Con dos mil 200 expositores, más de 90 empresas españolas tratan de deleitar los paladares de los asistentes para que, además de las tradicionales joyas de la gastronomía española -vino y aceite-, otros productos como caviar, café o jamón puedan tener su oportunidad.
En EU lo español está de moda, dicen. Primero fue la música, luego el diseño y ahora la gastronomía, que provocó que el año pasado las ventas de productos alimentarios españoles creciera más de un cinco por ciento.
"En los últimos cuatro o cinco años, el mercado norteamericano evoluciona de forma muy positiva para nuestra industria alimentaria. Además del aceite y el vino, EU es el principal mercado para el queso español", afirmó Palafox.
Sin embargo, las estrellas de las exportaciones nacionales a EU son la aceituna y su saludable "zumo", el aceite de oliva, que el año pasado dejaron en la cuenta de las empresas españolas 298 y 237 millones de dólares, respectivamente, y un incremento respecto al año anterior del 31 y el 16 por ciento.
Este furor se debe a que "hay una tendencia a tomar productos saludables, como el aceite de oliva", según Francisco Núñez de Prado, director de exportaciones de la empresa familiar que pasea su apellido por EU desde 1990.
Para Núñez de Prado, la labor de los cocineros españoles internacionalmente reconocidos "ha ayudado a poner de moda el aceite de oliva español", porque hace 35 años estaba "postergado" y era considerado "poco saludable" por la comunidad médica.
Según Alberto Sánchez, director de exportación de Aceites Toledo, los progresos en los últimos años han sido "espectaculares" y, como sucede con los vinos, "cada vez es más fácil encontrar en cualquier parte de EU marcas españolas de aceite con gran calidad y variedad en el diseño".
Los consumidores norteamericanos confían cada vez más en la calidad de los vinos españoles, como demuestra un crecimiento en la exportación del 24 por ciento el año pasado.
Gonzalo González, del grupo Yllera, apunta que "aunque los números no lo digan todavía, EU va a ser el mercado más interesante, por su capacidad de consumo, porque tiene una renta 'per cápita' muy alta y una población enorme. Ahora y en día es el cuarto importador del mundo, y en dos o tres años será el primero".
Para González, la mayoría de los países productores de vino tienen un carácter chovinista, pero los norteamericanos "están preparados para probar cualquier cosa, lo que crea grandes oportunidades" y la competitividad "es menor que en otros mercados".
Caso aparte es el de uno de los iconos de la gastronomía española, el jamón serrano, gran desconocido hasta hace bien poco debido a las dificultades fitosanitarias e institucionales para su exportación a tierras norteamericanas, y que solo ocupa el puesto número once entre las partidas aduaneras más exportadas a EU.
Desde el Consorcio del Jamón Serrano, Stéphanie Mazier, directora de mercadotecnia, se queja de que en España hay cerca de 1.400 empresas que producen jamón curado, "de las que sólo cuatro tienen certificado de la FDA para exportar a EU", proceso complicado que "puede durar años".
"Entrar en este mercado requiere muchos esfuerzos, no es como el mercado europeo o asiático. Hace falta mucha inversión en mercadotecnia para presentar un producto desconocido a un objetivo muy reducido, que, sin embargo, una vez que lo prueba reconocen su calidad. Se sorprenden", explicó.
