EL SIGLO DE TORREÓN
FRANCISCO I. MADERO, COAH.- Las tapias abandonadas que abundan en la colonia Las Gabrielas son un refugio para los malvivientes. Las familias que viven en este sector aseguran que la inseguridad es uno de los problemas que más les afectan.
En la mayoría de las paredes de las fincas abandonadas, se pueden apreciar escritos al estilo ?graffiti?. Las frases que ahí están plasmadas encierran mensajes cargados de tono: Insultos, apodos y groserías de todo tipo se leen.
Los vecinos comentan que los vagos que acuden a las tapias, se juntan ahí con el fin de molestar a las jovencitas del lugar. Cuando alguien los denuncia y si por casualidad la Policía acude al sitio, ellos tienen bastantes formas de esconderse debido las múltiples casas antiguas cercanas a sus guaridas y que también están en ruinas.
El problema que enfrentan las familia de este sector, es que los vagos se brincan con facilidad a sus viviendas. ?Por aquí han asaltado varias casas y son los malvivientes que uno ya conoce, pero como les tenemos miedo mejor nadie decimos nada?, asegura María Concepción Ortega, una vecina del lugar.
El temor es porque muchos de esos muchachos andan drogados y por los efectos del enervante, ?son agresivos y ante cualquier reclamo, saltan como fieras con la intención de atacarnos?, señala.
En Las Gabrielas hay varias fincas que les sirven de madriguera. Además en una cancha cercana a las ruinas de una vieja fábrica ubicada entre las calles Paseo del Maíz y Cerrada del Trigo es donde casi siempre se reúnen.
Según los habitantes de la colonia Las Gabrielas, no es raro que en los automóviles amanezca un parabrisas roto debido a que en ocasiones los malvivientes participan en riñas con los jóvenes de otros barrios como Las Vegas o Fresnos del Norte.
El problema
Las tapias abandonadas que abundan en la colonia Las Gabrielas son un refugio para los malvivientes.
Las familias que viven en este sector aseguran que la inseguridad es uno de los problemas que más les afectan.
En la mayoría de las paredes de las fincas abandonadas, se pueden apreciar escritos al estilo ?graffiti?.
Los vecinos comentan que los vagos que acuden a las tapias, se juntan ahí con el fin de molestar a las jovencitas del lugar.
Cuando alguien los denuncia y si por casualidad la Policía acude al sitio, ellos se esconden en las múltiples casas antiguas cercanas a sus guaridas y que también están en ruinas.
FUENTE: Investigación de El Siglo de Torreón