EL SIGLO DE TORREÓN
CD. LERDO, DGO.- Actualmente existe el peligro de que con las lluvias suceda una catástrofe bajo el cerro ubicado frente a Raymundo, reconoce el departamento de Protección Civil Municipal. El registro de daños en las comunidades rurales se incrementó y la gente sigue requiriendo apoyos.
El titular de Protección Civil, Rodolfo Torres Soto, reconsideró la situación en la que se encuentra el cerro, pues no es la primera vez que hay un derrumbe. La madrugada del miércoles se desprendieron rocas que cayeron del cerro bloqueando tres carriles de la carretera Matamoros Mazatlán. No hubo víctimas porque afortunadamente no pasó ningún vehículo en ese instante. Las rocas tuvieron que ser removidas con maquinaria.
?Ya van como cinco veces que ocurre y las rocas podrían seguir cayendo, sí hay un cierto grado de riesgo y por eso se le hará una solicitud a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes?, dice Torres Soto asegurando que dicha dependencia tomaría la decisión de realizar un estudio para determinar el grado de riesgo que existe ante los recientes deslaves.
Los nuevos reportes de Protección Civil indican que además de la casa que se cayó en el ejido Nuevo Graseros, una vivienda más se derrumbó ayer en el ejido Carlos Real donde afortunadamente no hubo víctimas porque la familia afectada logró salir a tiempo. En los ejidos Seis de Enero y Lázaro Cárdenas hubo problemas en dos casas debido a que con el aguacero los techos se desmoronaron.
En Atención Ciudadana se han repartido desde el jueves hasta la mañana de ayer en las comunida-des la cantidad de mil 105 hules y la cifra que requieren los afectados es mucho mayor. Más que eso piden apoyos para reconstruir o hacer mejoras a sus hogares.
?Todo el rancho se gotea, yo hago más de una hora para llegar hasta aquí a reportarlo para que nos lleven más hules, las pobres casitas están todas desmoronándose con tanta agua?, dice Julio Limones Gallegos, vecino del ejido Nuevo Graseros donde se cayó la casa de la señora Santos Martínez.
A pesar de los daños en sus hogares muchos afectados se niegan a irse al auditorio municipal que es usado como albergue en contingencias porque no tienen en dónde dejar sus pertenencias que es su único patrimonio, reconoce Carmen Olguín, directora de Atención Ciudadana.
