EL SIGLO DE TORREÓN
FRANCISCO I. MADERO, COAH.- Con la llegada de la temporada de lluvias, las familias que viven en el ejido San Esteban de Egipto -un poblado donde la mayoría de las casas son de adobe-, vuelven a intranquilizarse.
Sonia Martínez y Ramiro Soto, son un matrimonio con tres niños pequeños de familia. Ellos al igual que la mayoría de sus vecinos, viven en condiciones de pobreza.
La pareja no ha podido sustituir los techos de cartón por losas y las paredes de láminas por otras de concreto. Cuando llueve, transcurren las horas con el temor de que la fuerte llovizna perjudicará a dichas láminas y terminará de destruir los plásticos que intentaban protegerlos.
Para Sonia y su marido, una de las maneras más inmediatas de guarecerse de la tempestad, es colocar rellenos de tela, hule o periódico en los huecos que se forman entre las láminas del techo y las vigas de madera que las sostienen.
?Lo bueno es que están clavadas y el aire no las pudo desprender?, dice Ramiro, quien asegura que ya es tiempo de conseguir cartón y láminas negras para reforzar los techos porque las lluvias están cerca.
Ramiro está incapacitado desde hace dos meses, debido a que en el establo donde labora, unas cabras le provocaron una caída.
?Con lo que gano en el trabajo, no puedo invertir en la construcción del techo, todo era para mal comer...?.
Ante la situación que enfrentan, Rosa le pidió ayuda a una buena vecina para que se asociara con ella a fin de elaborar gorditas de horno y salir a la carretera a venderlas, pero su amiga aún no le confirma si la apoyará en este proyecto.
?Es que uno tiene que ayudarle a la pareja, ahora es así... lo malo es que no puedo salir a las maquilas porque no hay quién me cuide a los niños?, expuso.
Sonia y su marido consideraron que las ayudas que se proporcionan a las familias de escasos recursos son insignificantes, ?a veces, por medio de los líderes, dan hules para los techos pero éstos los parten en dos, por lo que no alcanza ni para la mitad de un cuarto... los programas sólo sirven para que quienes los manejan se beneficien?.
La problemática
Las familias que viven en el ejido San Esteban de Egipto -un poblado donde la mayoría de las casas son de adobe-, vuelven a intranquilizarse.
Porque la temperada de lluvias está cerca.
Sus techos son de lámina, viga o cartón y necesitan reforzarse.
Lo que sucede es que las familias no tienen dinero para construir los techos.
El apoyo de hules y cartón es insuficiente.
Son muchas las calamidades que enfrentan estas personas.
FUENTE: Investigación de El Siglo de Torreón
