EFE
Washington, EU.- El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) estimó ayer que América Latina crecerá alrededor de cuatro por ciento en 2006, aunque señaló que podría experimentar un periodo de volatilidad debido a procesos electorales en la región.
?El panorama económico general de América Latina y el Caribe que se perfila para 2006 no difiere mucho de las perspectivas de hace un año: el consenso del mercado es que el crecimiento continuará a una tasa de cuatro por ciento aproximadamente?, señaló en su Informe Anual.
?Aunque Argentina y Venezuela posiblemente se queden a la zaga, Brasil y México presentarán un crecimiento ligeramente mayor?, señaló el BID en el reporte divulgado con motivo de su reunión anual que se celebra en Belo Horizonte, Brasil. Luis Alberto Moreno, presidente del BID, apuntó que si bien México tuvo en 2005 un mejor crecimiento que en el año previo, el país ?tiene unos retos muy importantes?.
?¿Cuáles son? Las reformas pendientes, la fiscal, energética y pensiones. Eso es un gran reto para la clase política mexicana. De esas reformas va a depender que la economía mexicana tenga un mejor crecimiento?, señaló. A nivel latinoamericano, el BID hizo notar en su informe que durante 2006 habrá cambio de gobierno en más de una decena de países de la región que coincide ?como pocas veces antes con una gama mayor de opciones ideológicas y políticas para el electorado?.
?Sabemos por experiencia que, en los meses precedentes a las elecciones, los inversionistas se vuelven volubles, las fluctuaciones de los mercados son mayores y los países son más vulnerables a los cambios en la situación internacional?, estimó.
A nivel general, el BID indicó que aunque las condiciones macroeconómicas son buenas en la región, pocos países son inmunes a los factores de riesgo externos e internos, entre ellos la posibilidad de una desaceleración del comercio internacional.
Tal desaceleración, en opinión del banco, podría ser ocasionada por un cambio desfavorable de la coyuntura económica en Estados Unidos y China, así como la inestabilidad del precio del petróleo y el deterioro de las condiciones del financiamiento internacional.
En su informe, el banco destacó que las políticas orientadas a la estabilidad que constituyeron la base de la recuperación reciente han tenido pocos paralelismos en el pasado. ?Hasta ahora, la combinación de políticas fiscales anticíclicas, tipos de cambio flexibles y regímenes monetarios con metas de inflación han dado buenos resultados económicos en general?, apuntó la institución.
Sin embargo, señaló que a fin de apuntalar el progreso y preparar a sus economías para los cambios en el entorno internacional, la región debe continuar aplicando una agenda que le permita superar varios retos ineludibles.
En primer lugar sostuvo que los países de América Latina y el Caribe siguen muy endeudados a pesar de las reducciones de los últimos años. La relación de endeudamiento promedio bajó en 19 puntos porcentuales en los últimos tres años, de 72 por ciento del PIB a finales de 2002 a 53 por ciento del PIB estimado para fines de 2005, según cifras de la institución.
?Aunque las deudas ahora son menos vulnerables al tipo de cambio, este nivel de endeudamiento sigue siendo muy grande, en especial para los países del Caribe y algunos de Centroamérica?, observó sin identificar a los países.
El alto grado de endeudamiento en la región significa que, en América Latina y el Caribe, la política fiscal se mantiene vulnerable a ?shocks? externos e internos?, remarcó. El BID recomendó por ello que los gobiernos aprovechen las condiciones favorables mientras duren, a fin de reducir su nivel de endeudamiento y diversificar el riesgo cambiario y de vencimiento.
En el caso de los países exportadores de petróleo, como México y Venezuela, el BID sostuvo que el precio elevado del crudo ofrece una oportunidad excepcional para sanear las finanzas públicas y establecer fondos de reserva para imprevistos.
En materia inflacionaria, el banco indicó que el éxito de los regímenes de metas de inflación no significa que serán eficaces indefinidamente.
?La fijación de metas de inflación ha dado resultado porque los bancos centrales han disfrutado de una independencia política y operacional que debe mantenerse?, afirmó.