En otras ediciones el evento ha sido el inicio de desastres económicos
NOTIMEX
México, DF.- El Mundial de Alemania 2006 será el segundo en la historia de la FIFA que impacta positivamente al Producto Interno Bruto (PIB) del país organizador, luego que en ediciones anteriores el resultado marcó, incluso, el inicio de desastres económicos.
La Federación Internacional de Futbol Asociación (FIFA) asegura que el balompié es un motor para la economía, pues este año en Alemania disminuyó a 12 por ciento la tasa de desempleo y se generaron 417 mil trabajos gracias al Mundial. Destaca en su número 67 que el PIB de esa nación europea crecerá 0.5 por ciento por los seis mil millones de euros en inversiones, 2.3 mil millones de euros en consumo y que las exportaciones crecerán mil millones de euros.
Pero el caso teutón es un oasis, pues si bien el consumo crece con una Copa del Mundo, el PIB decrece debido a los enormes gastos que debe canalizar el Gobierno del país anfitrión en obra pública y apoyo a la logística de la federación organizadora.
Así, resulta obligada la intervención del estado en inversiones de infraestructura y logística porque lo exige la FIFA en su Cuaderno de Cargos, que es una especie de hoja de solicitud. Antes que Alemania, Corea del Sur fue el primer país que tuvo un buen PIB durante su Mundial. Su crecimiento económico en 1999 y 2000 era de 10.9 y 9.3 por ciento, respectivamente; para 2001 bajó a tres por ciento y en la justa futbolera de 2002 se recuperó a 4.8 por ciento.
Previo a estas dos naciones, los anfitriones anteriores, incluyendo los co-organizadores, no resultaron afortunados. Cuando México recibió la sede del Mundial en 1984, el PIB nacional era de 3.61 y de 2.59 para 1985.
Entre esos años fueron reparados estadios, se mejoraron comunicaciones, se levantaron edificios para recibir a la prensa internacional y otras obras públicas que promovieron endeudamiento. Para 1986, el crecimiento económico cayó a -3.75 por ciento.
Por su parte, Italia registró crecimientos superiores a tres por ciento hasta 1989, pero cuando organizó su Copa del Mundo en 1990 debió invertir en carreteras, construir nuevos estadios y remozar edificios públicos y otras inversiones de apoyo a la organización. De esta forma, su PIB bajó a 2.89 y fue el inicio de una caída.
Estados Unidos por su parte no tuvo problemas para 1994, pues la administración del presidente Bill Clinton se manejó con balances positivos en el crecimiento económico.
Pero Francia en 1998 el PIB también decreció de 2.75 en 1988 a 2.7 cuando tuvo la sede que le dio el título. Entre los gastos fuertes derogados por el Estado destacaron las mejoras al aeropuerto Charles Degaulle y la construcción del Stade du France.
Japón no tuvo mejor suerte: en 2000 repuntaba de 0.7 del año previo para situarse en 2.4, pero con la obra pública cayó a -0.2 por ciento y ya en la Copa Mundial de Futbol, como co-organizador, bajó a -0.3 por ciento.
De acuerdo con la publicación de la FIFA, en cuanto a la iniciativa privada, durante la celebración deportiva se crea un dinamismo amplio de la economía interna.
En el caso de México, durante Corea-Japón 2002 se generaron negocios por 500 millones de dólares por concepto de publicidad y ventas de toda clase de artículos con licencias adquiridas, como lo demostró una investigación? de la época.
Aunque la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (ANTAD) todavía no tiene reportes de las ganancias por venta de artículos y productos relacionados al Mundial, se estima un crecimiento muy positivo.
La Federación Mexicana de Futbol tendrá más de 55 millones de pesos por su calificación a octavos de final, además de los ingresos por la venta de derechos por la camiseta oficial de la Selección para la firma Nike y del escudo oficial del organismo a diversas marcas de refrescos, ropa, plásticos, zapatos y otras mercancías.
Tampoco la economía de un país se hace dinámica cuando su equipo es campeón del mundo, y la prueba más palpable son Argentina y Brasil, el primero con dos cetros y el otro con cinco campeonatos.
El PIB de estas naciones se mantuvieron bajos, incluso con crisis económicas y en ocasiones hasta conflictos políticos, como en 1978 con los Argentina.