Durango

Terminó tiempo de bonanza en el oficio de la zapatería

VICENTE GUERRERO, DGO.- Manuel Flores Valdez tiene 30 años desempeñándose como zapatero en el mercado Abel Núñez, oficio con el que sacó adelante a sus ocho hijos y esposa; no obstante, con los ingresos que percibe en la actualidad apenas subsisten los tres miembros de familia que quedan.

Manuel Flores, de 56 años de edad, dice que es la única persona de la antigua escuela del oficio de la reparación del calzado que queda, pues dice que desde muy joven se inició en el noble oficio, teniendo como maestros a los zapateros más viejos, quienes ya fallecieron.

En los tiempo que se inició en el oficio, comentó que había mucha demanda en el negocio de la reparación del calzado, por lo que era una actividad bien remunerada, además de que pocas personas en ese entonces se dedicaban a dicha labor en Vicente Guerrero.

El dueño de la pequeña empresa de reparación de calzado ?El Texano? destacó que solamente con la dedicación diaria al oficio que aprendió en su juventud le fue posible mantener una familia de diez integrantes, ya que durante un buen tiempo incluso fue el zapatero más cotizado no sólo de Vicente Guerrero, sino de las localidades aledañas.

Haciendo un poco de memoria dice que la década de los 80 fue de bonanza para la economía familiar, situación que ha cambiado actualmente; incluso, considera ilógico que actualmente tenga dificultades económicas a pesar de que ya solamente quedan tres de familia, pues la mayoría de sus hijos hace tiempo dejaron el hogar.

Flores Valdez ahora está orgulloso de tener tres hijos profesionistas y sobre todo de haberles inculcado el valor al trabajo, pues todos en algún momento de su vida formaron parte del personal de la pequeña zapatería.

Por otra parte, dijo que la vida se ha encarecido y las costumbres han cambiado, a tal grado que el oficio de la reparación del calzado no tiene la misma importancia que en años pasados; sin embargo, señaló que es la única actividad que sabe hacer y que además amplio su horario hasta 12 horas para poder mantener a su esposa e hija.

El trabajo siempre es redituable en mayor o menor proporción, enfatizó, por lo que si la gente es empeñosa y valora lo que hace el sustento puede disminuir pero siempre existirá, arguyó.

Servicio de calidad

El locatario del mercado Abel Núñez, Manuel Flores Valdez, mostró las tres máquinas que adquirió durante la mejor época de su trabajo; dijo que ha logrado mantenerlas en buen funcionamiento para ofrecer un servicio de calidad a sus clientes.

Dijo que sin lugar a duda el calzado más complicado para reparar es el femenino, pero es en el que más se esmeran los zapateros, para mantener las clientela.

El zapatero confió a El Siglo de Durango que en alguna ocasión ha tenido la oportunidad de ingresar en el ámbito político; empero, por respeto a su noble oficio, prefirió seguir siendo un hombre honrado, añadió sonriendo.

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