Es casi la Navidad y todos pensamos en ella como un tiempo propicio a los buenos deseos, la buena voluntad y los buenos regalos. Aunque hay de regalos a regalos. Los diputados locales de Coahuila no esperaron a recibir los del señor gobernador o del secretario de Gobierno o del encargado de las relaciones públicas oficiales. No aguardaron a que el pueblo, conmovido por la cantidad de trabajo que afrontan los legisladores, hubiera decidido hacerles un presente navideño. No señor: ¡A qué la espera, si había dinero en la cuenta del Congreso y ya se iba a acabar el año!
“Mejor amachinamos -han de haber dicho- aunque se escandalicen los periodistas, se prendan del techo los empresarios y nos revuelquen y atosiguen con unas cuantas declaraciones y unos pocos artículos editoriales. Después de todos son palabras y a las palabras se las lleva el viento”.
Deus ex machina: decidieron reunirse y tomar el acuerdo de llamar al tesorero del Congreso para dictar las instrucciones pertinentes, previa aprobación del titular de la Junta de Gobierno de la Legislatura. Inmediatamente se hizo la propuesta y se aprobó en todos sus términos: los 35 diputados recibirán antes del 15 de diciembre la cantidad de 250 mil pesos cada uno por los siguientes conceptos: dietas y prestaciones (57 mil 176 pesos, más 25 mil por apoyo parlamentario, más 20 mil pesos para gestoría, cuatro mil pesos para gasolina y otros cuatro mil para renta de casa en Saltillo lo cual suma 110 mil pesos) por aguinaldo (85 mil 500 pesos) y por bono semestral (50 mil pesos). Esto da un gran total de 245 mil 500 pesos. Y como pasa en los supermercados, todos aceptaron el redondeo de la cuenta para cerrar en un cuarto de millón de pesos exactitos. En cuanto a escandalizarnos, ya perdimos esa capacidad: Que les aproveche y no les empache.
Pero los legisladores federales si saben cómo hacer regalos, así que los fumadores de todo el país recibirán en este mes de diciembre un par de obsequios que no van a ser a su gusto: La Secretaría de Hacienda y Crédito Público, previa aprobación del Presupuesto de Ingresos de la Federación, va a agregar al costo de cada cajetilla de cigarros un sobrecargo federal de tres pesos para costear la atención de las enfermedades por tabaquismo. Se estima que los tres pesos en cada paquetito de cigarros sumarán una recaudación anual de seis mil millones de pesos que, obviamente, serán pagados por los desaforados consumidores de tabaco...
Otro regalito provendrá de nuestros regalados diputados locales: “El Siglo de Torreón” informó el jueves siete que la Legislatura de Coahuila estudia una Iniciativa de Ley que restringa a cero el consumo de cualquier clase de tabaco en los sitios cerrados o abiertos a los que concurran distintos y numerosos grupos de personas. Nada de fumar en los lobbys de los cines, teatros y tiendas de autoservicio en los llamados “malls” o centros comerciales, en las reas de atención pública de los bancos, en los comercios o negociaciones de servicios, en baños públicos y en los reducidos espacios de los ascensores.
Tampoco podrán hacerlo en hospitales, clínicas médicas, salas de espera y cualquier otro sitio cerrado en los autobuses, en los taxis, en las oficinas estatales y municipales -¿en las federales sí se podrá?- y en todos aquellos lugares donde se preste servicio directo al público.
No fumar en escuelas primarias, jardines de niños, e instituciones de educación media y superior. Sólo faltaron de incluir las iglesias, templos, salones de actos y otras instalaciones a las que concurran fumadores de distintas religiones, pero damos por descontado que en estas instituciones el respeto de los feligreses al claustro religioso es mayor que el que merecen los diputados y sus decretos...
El columnista es escéptico, sin embargo, en cuanto a la consecuente observancia ciudadana y la supervisión oficial de esta disposición legislativa. No hay peor sordo que el que no quiere oír. ¿Ha tratado usted, respetado lector, de convencer a un amigo suyo, a un pariente, a un hijo o una hija, de abandonar el cada vez más oneroso y dañino vicio de fumar? ¿Y cuáles han sido los resultados? Seguramente negativos. ¿Piensa usted, amigo lector, que los obsesivos inhaladores y expeledores del humo de tabaco van a obedecer a los señores diputados? Y ya puestos en el evento ¿cómo podrán controlar el Municipio o el Estado a los tabaquistas?..
Para supervisar el cumplimiento de esta benemérita Ley serán necesarios policías o inspectores que infraccionen a quienes violen la prohibición de fumar en público. Mas como nunca aparece un gendarme cuando es requerido, sería mejor la creación de una corporación femenina. Las mujeres son ejemplos de laboriosidad, honradez, tenacidad y fortaleza aunque el reto de organizarlo ser mayúsculo: ser difícil ubicar en cada municipio un grupo femenino que acepte combatir la ingesta de nicotina sin percibir un salario, ya que ningún Ayuntamiento sufragará una nómina de vigilantes para este fin.
Si encuentran en Coahuila a unas mil damas antitabaquistas que acepten la difícil encomienda de enfrentar a los viciosos, entre los cuales hallarán familiares, esposos, hijos, hijas, nietos y amistades y si las mujeres coahuilenses aceptan convertirse en curadoras de la salud pública, ¡felicidades para ellas! No sería la primera vez que merecieran el bien de la patria.