EL SIGLO DE TORREÓN
LERDO, DGO.- ?¡Hola señora!, ¿cómo está su hijo?. Él es mi compadre. Por cierto, le debo 50 pesos, se los voy a mandar con usted?, le dijo un sujeto a una mujer de 66 años en el interior del mercado Donato Guerra y en pocos minutos la envolvió en la plática y la timó con 520 pesos, que era todo lo que traía ella.
Eran como las diez y media de la mañana de ayer cuando María Martínez Mercado, de 66 años y vecina de Villa Juan E. García, Durango, llegó de compras al mercado acompañada de su hija, Marta Rodríguez Martínez.
Ya para salir del mercado, Marta la dijo a su madre que la esperara, ya que iba al baño, momento que fue aprovechado por un sujeto de unos 45 años, quien se acercó y la saludó con mucha confianza, como si la conociera.
El tipo le preguntó a la señora por su hijo. ?¿Cuál... Emilio??, le contestó la mujer y rápido recibió la contestación. ?Sí, Emilio... es mi compadre. Por cierto, señora...?
La mujer cuenta a El Siglo de Torreón que como su hijo Emilio es muy amiguero y tiene muchos compadres, no se le hizo raro que el tipo lo conociera y le pidiera la acompañara a unas cuadras, ?aquí cerca, donde tengo mi taller, para que le lleve el dinero que le debo a Emilio?.
En eso llegó su hija Marta y pensó que su mamá conocía el tipo, quien platicaba en forma muy animada y ya los tres caminaron tumbo ?al taller? y al pasar dos cuadras, el tipo les señala una casa y les comenta que ahí vive su suegra.
Más adelante, en la esquina de Zaragoza y Cuauhtémoc, el timador le pide a Marta que regrese por favor, ?por la llave a casa de mi suegra. Dígale que va de parte de Toño? y al pasar por una miscelánea, ya sólo con su víctima, le pide el billete de 500 pesos que traía la mujer, ?para poder tener cambio y pagarle los 50 pesos en el taller y que se los lleve a mi compadre?.
Doña María abre su monedero y saca el billete de 500 pesos que le había dado su hijo para que llevara un abono de 300 pesos a la tienda Elektra, y el sujeto al ver que además traía otro billete de 20 pesos, también se lo quita y le dice, ?para que también lo cambien de una vez?.
El timador da vuelta a la esquina para entrar a la tienda pero de pronto desapareció y al llegar su hija se dieron cuenta del engaño de que había sido víctima doña María.
?Es un viejo blanco, de dientes podridos, de más de 40 años, traía pantalón gris, playera blanca y cachucha azul. Todavía cuando íbamos al taller me regaló este billete viejo de diez pesos (lo muestra), que para que no me faltara nunca el dinero?, dice molesta la mujer que se lamentaba de haberse dejado engañar. ?Y ahora qué le voy a decir a mi hijo, porque ya ni el abono dimos?.
