Una de las cosas maravillosas que permiten el asistir a una Copa del Mundo son la cantidad de personalidades con las que uno se encuentra y que, contrariamente a lo que sucede en la cotidianeidad, es que se puede conversar prácticamente de igual a igual.
Puedes llegar a un restaurante y encontrarte, por ejemplo, con brasileños connotados como Paulo Roberto ?Falcao?, el Rey de Roma, quién dirigió en nuestro país a las Águilas del América, con escaso éxito por cierto acompañado de Leonardo, aquel lateral izquierdo campeón del mundo en Estados Unidos 94 y tristemente recordado por propinar un codazo que conmocionó a Tabaré Ramos en una de las escenas mas dramáticas en la historia del evento.
En la misma mesa estaba Arnaldo César Coelho, el primer árbitro latinoamericano en pitar una Final de Copa del Mundo lo cual sucedió en España 82. Es inmortal la imagen del juez carioca levantando el balón con ambas manos encima de su cabeza al concluir el Alemania contra Italia ganado por estos últimos.
En otro momento, al ingresar al Centro Internacional de Prensa te encuentras a Carlos Hermosillo, el ?maestro? Benjamín Galindo, aquel extraordinario mediocampista colombiano Carlos ?El Pibe? Valderrama y a Diego Latorre, talentosísimo volante de Boca Juniors y que jugara con Celaya en México.
Pero hasta el momento la mejor experiencia ha sido el platicar con el goleador del Barcelona Samuel Eto?o.
El camerunés es un tipo afable, sencillo, de humor fácil y bueno como él sólo para la conversación. En una de esas noches que se hacen eternas esperando entrar a los programas de Televisa, Toño de Valdez y un servidor estuvimos por espacio de una hora escuchando al Pichichi sus vivencias y experiencias.
Narró su infancia, llena de privaciones y su ilusión de algún día tener lo suficiente para dar de comer a su familia tres veces al día.
Nos contó de sus inicios en el balompié y de como jamás se le ocurrió llegar donde está. Comentó como llegó a España para jugar, supuestamente con el Real Madrid donde después de casi no jugar fue cedido al Leganés empezando a mostrar sus dotes de romperredes.
Posteriormente volvió al cuadro merengue pasando una temporada prácticamente sin jugar y luego de ésta desesperante situación la directiva blanca pretendió negociarlo al Deportivo La Coruña donde era casi seguro que iría directo al banquillo de suplentes.
Samuel se negó al traspaso e incluso estuvo a un tris del retiro pero afortunadamente para él y para el futbol privó la cordura y se arregló con el Mallorca y de ahí pa?l real, su romance con el gol se volvió permanente.
Su gran potencial fue descubierto por el Barcelona y así arribó al cuadro catalán para convertirse en un ídolo a nivel Mundial.
Cuenta también que a partir de su desencuentro con la directiva madridista le anota gol cada que juega contra ellos.
A sus veinticinco años Samuel Eto?o ha logrado todo lo que un atleta puede desear; Es reconocido e idolatrado en todo el mundo, es bicampeón con el Barza en la Liga española y se coronó en la Champions con todos los honores, resultó rey de goleo adjudicándose el Pichichi y quizás solo le faltó asistir al presente Mundial con Camerún, quedando eliminados por un penal que este figurón no quiso tirar.
Habla pausado, españolao, se refiere con respeto a Rafa Márquez a quién adjudica el calificativo de jugadorazo, reverencia a Ronaldinho y lo cataloga el mejor jugador del mundo, encomia la labor de Deco como un polivalente fundamental y agradece la recuperación y sacrificio de Xavi e Iniesta.
Samuel dirige una fundación a la que aporta importantes cantidades de dinero para abatir el rezago y el hambre en la niñez africana lo que habla de su agradecimiento con la vida.
En suma, Samuel Eto?o es un brillante futbolista pero es un mucho mejor ser humano. El mayor valor personal es su humildad.
Lástima que no lo pudimos ver en la cancha pero es un deleite conversar con este tipazo.
