El objeto pertenece a la cultura Moche y fue recuperado tras ser robado en 1988 por su millonario valor.
AP
Lima.- Un fastuoso tocado de oro de la cultura prehispánica Moche deslumbra en el Museo de la Nación de Perú, tras haber sido robado en 1988 y recuperado en una exitosa operación de la policía inglesa en agosto pasado.
El tocado, que forma parte de un ajuar funerario de un dignatario Moche (siglos II y VIII de nuestra era), fue confeccionado en una sola lámina de oro que representa una cabeza humana con fauces de felino rodeada por ocho tentáculos.
La belleza de la pieza, de 50 por 60 centímetros, impacta por el delicado trabajo y su combinación con incrustaciones de lapislázuli y spondylus (una apreciada concha marina), lo que le otorga un valor de unos dos millones de dólares en el mercado negro, según los expertos.
El valioso tocado se exhibe en la Sala de la Plata del Museo de La Nación, inaugurada por la jefa del Instituto Nacional de Cultura (INC) de Perú, Cecilia Bákula, y el director del museo, Álvaro Roca Rey.
Asistieron, además, la embajadora del Reino Unido en Lima, Catherine Nettletone; el subsecretario de Asuntos Culturales de la Cancillería peruana, Santiago Marcovich, y el mayor Humberto Villacorta, representante de la Policía Internacional (INTERPOL).
La sala, similar a la bóveda de un banco, cuenta con un sistema de seguridad con sensores de movimiento y clave secreta, además de un guardia armado, que colocan al Museo de la Nación a "la altura de los mejores del mundo y garantizan la seguridad de la pieza", según dijo Roca Rey.
La exposición del tocado pone fin a una compleja historia iniciada hace dieciocho años, cuando los saqueadores de "huacas" (ruinas prehispánicas) le extrajeron del cerro La Mina, en la localidad norteña de Jequetepeque para venderlo en el mercado ilegal de piezas de arte.
"Lo poco que ha quedado de ese saqueo demuestra la importancia que tuvo la tumba, comparada en jerarquía sólo a la del Señor de Sipán", destacó a Efe el arqueólogo del INC Carlos del Aguila.
En 1987, el arqueólogo peruano Walter Alva descubrió la tumba del Señor de Sipán, en el departamento de Lambayeque, que marcó un hito al revelar la magnificencia y majestuosidad del más importante "gobernante guerrero" del antiguo Perú encontrado hasta la fecha.
Roca Rey señaló, por su parte, que "el rescate de la pieza de las manos de los traficantes es un logro, pero representa también una pena", porque tuvo que ser recuperada del mercado negro y no fue encontrada durante un trabajo de excavación.
La búsqueda y recuperación del tocado puede compararse a las mejores novelas policiales, al incluir una misteriosa exposición de arte precolombino en España, un lujoso catálogo y la colaboración de un traficante arrepentido.
Según el diario "El Comercio", hace diez años, el holandés Michel Van Rijn, un antiguo traficante y "obsesivo detective" del mercado negro de arte robado, dio la primera pista tras ver el catálogo con la deidad Moche en una exposición clandestina.
Los detalles del rescate, realizado el 15 de agosto pasado, se mantienen en secreto, pero en la operación intervinieron Scotland Yard (Policía Metropolitana del Reino Unido), las cancillerías peruana y británica y la INTERPOL de ambos países.
La directora del INC, Cecilia Bákula, manifestó durante la inauguración de la exposición su agradecimiento a estas instituciones y "a los países amigos que asumieron la responsabilidad de intervenir en esta mafia", según indicó.
"Recuperar el patrimonio cultural es tratar de armar los eslabones de la historia y la dignidad de un pueblo que ha sido mutilado", enfatizó Bákula.
La exposición busca también, según los organizadores, despertar "la conciencia del pueblo para que valore su patrimonio cultural" e incentivar la lucha contra la depredación del patrimonio histórico.
"Somos responsables de que esto no suceda más", afirmó Bákula.
