Se suponía que Inglaterra tenía su mejor equipo en años, e incluso una posibilidad de ganar el mundial después de 40 años. Pero todo terminó el sábado desde los 12 pasos.
GELSENKIRCHEN, ALEMANIA
AP
Tras 120 minutos de juego y un empate sin goles, Inglaterra cayó 3-1 en la definición por penales ante Portugal. Frank Lampard, Jamie Carragher y Steven Gerrard vieron sus tiros tapados por el arquero portugués Ricardo Pereira, antes del desconsuelo al ver como Cristiano Ronaldo convertía el que daba a Portugal el paso a semifinales y a Inglaterra el pasaje de regreso a casa.
La jornada marcó el fin de los cinco y medio años del sueco Sven Goran Eriksson al frente de la selección inglesa.
Fue la tercera vez consecutiva que Inglaterra cae en cuartos de final de un torneo internacional y la tercera frente al entrenador brasileño Luiz Felipe Scolari, quien rechazó la oferta de reemplazarlo como técnico de Inglaterra. Antes se había registrado la misma situación en el mundial de 2002 y en la Eurocopa de 2004.
En el partido decisivo, Inglaterra perdió a su capitán David Beckham lesionado de un tobillo, y a su ariete Wayne Rooney, expulsado. Rooney volvió a jugar en el mundial después de someterse a una operación en el pie que se quebró en abril.
Fue un mundial opaco para los ingleses. Tras superar la primera ronda junto con Suecia y dejando en el camino a Trinidad-Tobago y Paraguay, siguieron con un pálido triunfo 1-0 sobre Ecuador en los octavos de final.
Erikson, con un estilo conservador, escogió el mundial para cambiar de su formación habitual 4-4-2 a 4-5-1, y usó como titulares a jugadores que no habían participado en los partidos de preparación y alineando a algunos en posiciones que no les eran habituales. En un amistoso, incluso puso a Beckham como lateral derecho.
Los hombres clave del mediocampo, Lampard y Gerrard, figuras en sus clubes, Chelsea y Liverpool, nunca se entendieron en el mundial. Lampard, máximo goleador del Chelsea, se fue en blanco de Alemania.
La era Eriksson que se cerró el viernes incluyó 26 triunfos, 8 empates y sólo 3 derrotas en partidos oficiales. Una estadística positiva para cualquiera, pero que sin embargo a pocos ingleses podría satisfacer el sábado tras el choque con Portugal.