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Toma póker de ases las riendas del Capitolio

Los votantes optaron por el equilibrio de poderes. Por eso, la música en Washington es la de la cohabitación, pero pronto entrará en crisis la armonía, ya que los demócratas no van a dejar que George W. Bush marque la agenda.

EL PAÍS

WASHINGTON, EU.- ?Haría falta un milagro para que conquistáramos el Congreso?. Lo dijo hace un año Harry Reid, entonces líder de la minoría demócrata en el Senado. Ahora, el Congreso está conquistado, y lo dirigirán el veterano Reid en el Senado y Nancy Pelosi en la Cámara, primera mujer en ese puesto. Pero los dos motores de la victoria fueron los energéticos Chuck Schumer y Rahm Emanuel, presidentes de los Comités Electorales Demócratas del Senado y la Cámara. Sin ellos, los demócratas hubieran avanzado pero difícilmente hubieran conseguido el control de las Cámaras.

Reid, Pelosi, Schumer y Emanuel han logrado recuperar el poder perdido en 1994, pero la tarea más difícil empieza ahora: administrar una frágil mayoría - sobre todo en el Senado- y dar una orientación al cambio que responda al mandato, pero que no sea contraproducente para las presidenciales de 2008 ni choque con la estrategia de Hillary Clinton o Barack Obama, con los ojos puestos en la Casa Blanca. Y superar la eterna vulnerabilidad demócrata: la división de opiniones de un partido arcoiris.

Los demócratas contaron con la inestimable ayuda de las equivocaciones del contrario, como señaló Schumer: ?Yo diría que el resultado se debe en un 65 por ciento a los errores republicanos y en un 35 por ciento a los aciertos demócratas?. Los votantes optaron por el equilibrio de poderes. Por eso, la música en Washington es la de la cohabitación, pero pronto entrará en crisis la armonía. Bush quiere hacer cosas, y los demócratas no le van a dejar que marque la agenda. 2008 está a la vuelta de la esquina, y lo que hicieron los republicanos con éxito en los dos últimos años de Clinton ?bloquear- lo harán ahora los demócratas.

El choque será continuo, porque el presidente tiene que intentar que su legado sea algo más que Irak, y puede ejercer su poder de veto, pero no encontrará el ?terreno común? que ha pedido si abusa del cerrojazo. Y si son los demócratas los que se pasan en el obstruccionismo, deberán asumir las consecuencias, aunque pueden ser positivas: ?Los norteamericanos no han dado a los demócratas un mandato para gobernar, sino para frenar a Bush?, según Peter Beinart, un analista demócrata que dirige The New Republic.

Todo esto es complicado, y ahí entra el póker de ases del Congreso. Los demócratas tienen que discutir y decidir asuntos sobre los que hasta ahora no se han pronunciado. Y las posiciones de Reid y Pelosi sobre temas básicos, sobre todo de tipo social, están muy distanciadas, para no hablar del océano que hay entre el ?león? del Senado, Ted Kennedy, y el nuevo senador demócrata por Pennsylvania, el antiabortista Bob Casey.

LÍNEA SOBRE IRAK

Tampoco hay una línea sobre Irak, las tropas o las leyes antiterroristas, y muchos de los nuevos congresistas y senadores demócratas son más conservadores que la media: ?Pelosi tendrá que lidiar con el asunto, porque si no, podría quedarse sin mayoría en algunos temas?, según Norman Ornstein, del American Enterprise Institute. En el diario del Capitolio ?Roll Call?, un congresista demócrata que no quiere revelar su nombre confiesa: ?Estamos preocupados, porque lo que no queremos es que haya peleas y divisiones después del éxito que hemos tenido?.

Cuando se supere -con los inevitables desgarros- la actual fase de reparto de cargos, tanto internos como los de las presidencias de los Comités, llegará la hora de la verdad. El conflicto más serio llegará con las investigaciones. El probable presidente del Comité de Inteligencia del Senado, Jay Rockefeller, ya ha anunciado que quiere debatir el uso de los datos del espionaje antes de la guerra de Irak.

Se discutirá la Ley de control de las comunicaciones elctrónicas y otras medidas antiterroristas de Bush. El senador Carl Levin, crítico constante de la guerra, encabezará el subcomité de Investigaciones, y lo primero que hará será lanzarse sobre los contratos a dedo en Irak -Halliburton- o después de la catástrofe del huracán Katrina.

Y así una larga lista. ¿Dolores de cabeza para la Casa Blanca? Todos. ¿Se llegará al proceso de destitución presidencial que algunos acarician? No. Pelosi lo ha dicho ya, y el presidente del partido, Howard Dean -el líder demócrata que menos pinta estos días- lo ha confirmado: ?Es algo que no va a ocurrir?. No por falta de ganas, sino por prudencia y cálculo político: la indignación que causó en las filas demócratas el procesamiento de Clinton por el caso Lewinsky les ayudó a ganar las legislativas de 1998.

Rechazan síntoma de debilidad nacional

Después de sostener durante la campaña política que la oposición demócrata socavaría la seguridad nacional, el presidente George W. Bush cambió de discurso AYER sábado y dijo que los enemigos de Estados Unidos no deberían considerar los resultados de los comicios de esta semana como un síntoma de debilidad nacional.

Cuatro días después que los electores despojaran a los republicanos el control de la Cámara de Representantes y el Senado, Bush hizo un llamamiento a la unidad en su discurso radial semanal.

?El mensaje de las elecciones de esta semana es claro: la población estadounidense quiere que sus líderes de Washington dejen de lado las diferencias partidarias, se desempeñen de una manera ética y trabajen juntos para atender los desafíos que enfrenta nuestra nación?, dijo el presidente.

?Este es un trabajo importante que demandará un esfuerzo duro y la buena fe de los líderes de ambos partidos, y prometo hacer mi parte?, sostuvo.

A dos años de culminar su mandato, el presidente está intentando de mantener focalizado al país en la guerra mundial contra el terrorismo e impedir la retirada de las fuerzas estadounidenses de Irak antes de que se logre una victoria.

?Las elecciones traerán cambios a Washington?, expresó Bush. ?Pero una cosa no ha cambiado: Estados Unidos enfrenta enemigos brutales que nos han atacado antes y quieren atacarnos nuevamente?.

?Tengo un mensaje para estos enemigos: No confundan los trabajos de la democracia estadounidense con una falta de voluntad estadounidense?, dijo el mandatario. ?Nuestra nación está comprometida en darles a ustedes justicia, y prevaleceremos?.

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Escrito en: elecciones EU

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