POR BRENDA M. GARCÍA
EL SIGLO DE TORREÓN
DURANGO, DGO.- La tormenta eléctrica que se dejó sentir en diversos puntos del estado arrojó saldo de tres jóvenes que murieron instantáneamente y dos más resultaron lesionados tras recibir la descarga de un rayo, dos de los decesos ocurrieron en el municipio de Vicente Guerrero y el tercero se suscitó en Poanas, informó la Procuraduría General de Justicia.
De acuerdo a la información proporcionada en la Policía Ministerial, la tarde del viernes en la comunidad de San José de las Corrientes, en el municipio de Vicente Guerrero, un rayó que cayó en el paraje conocido como El Bordo provocó la muerte de Alfonso Rueda Montelongo y Patricio Guillermo Serrano, de 17 y 20 años, respectivamente, y lesiones auditivas a Adrián Rueda Leyva, de 16 y Gerardo Meza Rueda, de 30, todos ellos vecinos de la citada localidad.
Los hechos se registraron cuando varias familias disfrutaban de un día de campo en el sitio mencionado, pero al atardecer, aproximadamente a las 19:00 horas, el cielo se vistió de gris y se empezó a generar una tormenta eléctrica.
Los paseantes al sentir las primeras gotas de agua buscaron un sitio para protegerse de la tempestad, sin embargo, Alfonso y Patricio se disponían a retirar de la lluvia un asador hecho a base de acero y al momento de tocarlo se escuchó el impactante sonido de un “trueno” y al mismo tiempo los familiares de éstos vieron cómo la descarga eléctrica de un rayo los aventaba varios metros del lugar donde estaban.
De inmediato los presentes se acercaron a los mencionados, dándose cuenta que en cuestión de segundos habían dejado de existir y al mismo tiempo percatándose de las lesiones auditivas de Adrián y Gerardo, quienes se encontraban cerca de los hoy occisos.
ENCONTRÓ LA MUERTE
TRABAJANDO
Minutos más tarde, en un paraje conocido como La Colorada, perteneciente a La Villita de San Atenógenes, en Poanas, dejó de existir Óscar Herrera Hernández, de 19 años, a causa de electrocución, tras recibir la descarga de un rayo.
Óscar se encontraba realizando labores propias del campo, en compañía de Isidro Macías Moreno y al notar que se acercaba una tormenta eléctrica decidieron apresurar el paso y terminar su actividad antes que llegara la lluvia, sin embargo, los “truenos” les ganaron y al producirse un rayo, cayó justamente donde los jornaleros se ubicaban.
Isidro trató de alejarse del lugar al escuchar tremendo sonido, pero al ver que su compañero había quedado tirado en el suelo se acercó para apoyarlo, sin embargo sus esfuerzos fueron inútiles, ya que los signos vitales de Óscar habían desaparecido.
Los cuerpos de los occisos en ambos acontecimientos, fueron levantados por las autoridades judiciales para la práctica de la necropisa de Ley y posteriormente entregarlos a sus familiares para que les dieran sepultura.