EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- Las siete trabajadoras despedidas del taller Santa Cecilia, no llegaron a ningún acuerdo con su patrón, por lo que luego de un día de tregua el plantón se reanudará hoy de manera pacífica.
Como se informó en la edición de ayer martes de El Siglo de Torreón, las siete trabajadoras fueron despedidas sin recibir ninguna indemnización ni su aguinaldo, en consecuencia realizaron un plantón en el taller Santa Cecilia.
Ayer martes, el plantón no se llevó a cabo porque Jaime Samuel Salas González, asesor jurídico de las afectadas, entregó el lunes por la tarde un pliego petitorio a Martín Hernández, representante legal de Óscar Rodríguez, actual dueño del taller Santa Cecilia.
Martín Hernández quedó de entregar una respuesta a las afectadas el día de ayer a las 13:00 horas, pero hasta las 15:00 horas todavía no recibían ninguna respuesta, por lo que hoy jueves reanudarán el plantón.
De acuerdo a las afectadas, el pasado 16 de septiembre de 2005, Óscar Rodríguez les informó que estaban despedidas, y no les dio ninguna explicación, tampoco les pagó su aguinaldo y menos la indemnización correspondiente.
La ex trabajadoras percibían un sueldo de 50 pesos diarios, y de acuerdo a Jaime Samuel Salas González, Óscar Rodríguez las explotaba al hacerlas trabajar más de ocho horas diarias, situación que ellas soportaban por necesidad.
Óscar Rodríguez además contrataba menores de edad, algunas ya cumplieron la mayoría, pero entre las despedidas se encuentran dos jovencitas, una de 15 y otra de 16 años de edad, a quienes tampoco les liquidó conforme a la Ley.
Las siete mujeres afectadas aseguran que ya no quieren regresar a trabajar al taller Santa Cecilia, lo único que desean es que Óscar Rodríguez les pague su aguinaldo y su liquidación, pues necesitan ese dinero para sostener a sus familias mientras encuentran otra fuente de ingresos.
Las irregularidades
Algunas de las irregularidades en el taller Santa Cecilia:
Las mujeres trabajan más de ocho horas diarias.
Ganan 50 pesos por día.
No tienen asistencia médica.
Reciben un trato despótico.
FUENTE: Investigación de El Siglo de Torreón