Resulta imposible acceder a nuevas tecnologías debido al alto costo: Canainpa
Citlalli Zoé Sánchez |
El Siglo de Durango
La gran mayoría de las panaderías de la entidad trabajan con maquinaria antigua -de hace 20 años en varios casos-; ante lo difícil que les resulta acceder a la nueva tecnología debido al costo de ésta, se ven imposibilitados a modernizarse, reveló Guillermo Fernando Flores Gómez, quien funge como presidente de la Canainpa.
De esta forma, la Cámara Nacional de la Industria Panificadora (Canainpa) aún utiliza métodos rudimentarios para preparar sus productos. Pensar en financiamientos para actualizarse es una idea poco factible, ya que la tasa de interés resulta una verdadera carga para sus ya lastimadas economías.
El líder empresarial puntualiza que para comprar nuevas máquinas requieren de recursos que, por supuesto, no tienen. ?Estamos un poquito atrasados en la tecnología, algunas tienen no menos de 20 años, otras pues de cinco o seis años de antigüedad?, enuncia.
En promedio, adquirir un nuevo aparato para la cocción del pan implica 150 mil pesos, y aunque la utilización de estos aparatos no disminuye el tiempo de preparación, sí da una mejor presentación al alimento.
?Le dan otro tratamiento a las masas para que salgan en mejores condiciones el producto. Por ejemplo, los hornos de punta le dan una textura pareja, les dan más brillo, el pan sale más suave porque no lo resecan. Obviamente, se ve mejor el producto?, dice.
Flores Gómez cita como ejemplo las cámaras de fermentación, instrumento que hace que la levadura crezca. ?Nosotros tenemos una estufita y a puro ojo estamos viendo si ya está listo el pan. A veces al panadero pues le falla el cálculo. A diferencia de una cámara, que tenga temperaturas controladas, se programa y ya se saca en el tiempo exacto y garantiza más la producción?, enfatiza.
Sobre la posibilidad de solicitar préstamos para comprar nueva maquinaria razona que es un tanto difícil, sobre todo por la tramitología. ?Por ejemplo, en España, a los que van a pedir un crédito que son empresarios, les cobran alrededor de un 2 ó 3 por ciento anual y aquí todavía andamos sobre el 16 por ciento, más aperturas de crédito?, abunda.
Casi la mitad de los integrantes de la Canainpa son microempresas, y el resto, pequeñas. Tal vez dos o tres podrían considerarse como medianas.
?Sigue un poquito complicada la venta debido a la competencia leal y desleal, nos hemos sumergido en un bache un poquito difícil?, lamenta.
La industria panificadora está con las puertas abiertas para que los jóvenes realicen sus prácticas profesionales con lo cual tienen la posibilidad de implementar nuevos esquemas de producción, aunque lo único que piden es que se tenga responsabilidad y los muchachos den seguimiento a su proyecto.
En apuros
La Industria Panificadora de Durango ha atravesado durante varios meses una crisis complicada.
-Se enfrentan a la competencia desleal ya que existen negocios en la informalidad de este giro.
-Los grandes consorcios, con mayor capital y capacidad de producción, son otro frente difícil para competir.
-Un gran porcentaje de las panaderías son microempresas; por lo tanto, se les complica acceder a créditos para crecer en sus establecimientos.
-Con la época de calor, las ventas disminuyen.
FUENTE: Investigación de El Siglo de Durango.