Por muchos años los manejos al interior del Sistema Municipal de Aguas y Saneamiento (Simas), han sido un misterio. Lo único claro es que la gerencia de la paramunicipal es uno de los puestos más anhelados en las diferentes Administraciones. El porqué es fácil de explicar: el titular de la dependencia gana el doble que el alcalde, es decir la percepción rebasa con facilidad los cien mil pesos.
Los negocios entre familiares y amigos han sido por muchos años un rumor que nunca ningún presidente municipal de Torreón se ha preocupado por desmentir. Ante esta situación no es de extrañar la demanda de los empresarios de realizar una auditoría técnica y contable de manera externa al Simas, con el objetivo de disipar dudas y establecer los referentes de eficiencia con que se manejó la paramunicipal en los últimos tres años.
En este contexto es de aplaudir el anuncio hecho por el alcalde, José Ángel Pérez, de someter a una revisión el sueldo del gerente de Simas para bajarlo hasta en un cincuenta por ciento. El reto es que la promesa sea una realidad y no sea sólo una declaración para acaparar la atención de los medios de comunicación.
A lo dicho por el alcalde se suma la postura del nuevo titular de la paramunicipal, Alberto Díaz de León Rodríguez, quien se compromete a implementar los “candados” necesarios para evitar que funcionarios municipales o consejeros se beneficien con las obras que ejecuta el sistema, ya sea directamente o a través de triangulaciones. De ahí que también anuncie un posible “veto” como proveedores del Simas para las empresas que son propiedad de los integrantes del Consejo del Sistema de Agua.
José Ángel Pérez como el primer alcalde de cuatro años que tendrá Torreón, tiene la oportunidad histórica de poner en orden el Ayuntamiento y particularmente el Simas, que por muchos años ha sido la “caja chica” proveedora de enriquecimiento de los funcionarios municipales.