Pekín, (EFE).- El petardo lanzado por un niño al interior de un almacén pirotécnico fue el origen de la explosión que causó 36 muertos y medio centenar de heridos en la provincia de Henan.
De acuerdo con el informe de los investigadores, el suceso comenzó cuando un grupo de menores jugaba con petardos a la puerta del almacén y "uno de ellos lanzó un petardo encendido a través de un conducto de ventilación, lo que provocó la detonación de los artefactos pirotécnicos" en cadena por efecto de simpatía.
Sin embargo, añadieron que la deficiente gestión del almacén, que estaba cerrado por no contar con los permisos pertinentes, fue también un motivo importante en las causas primigenias del accidente, por lo que se ha puesto en marcha otra investigación para determinar posibles responsabilidades penales.
Entre tanto, las ocho personas heridas de gravedad se encuentran fuera de peligro, informó la agencia oficial Xinhua.
La explosión tuvo lugar en el pueblo de Linqi, en la provincia central de Henan, el pasado 29 de enero, primer día del año nuevo lunar.
El almacén donde tuvo lugar el siniestro está ubicado en las proximidades de un templo donde un gentío participaba en una tradicional feria.
Cada año mueren en China cientos de personas a causa de explosiones en talleres pirotécnicos, muchos de ellos ilegales, y situados sobre todo en zonas rurales donde los campesinos obtienen unos ingresos extra por vender los petardos con motivo de las celebraciones del Año Nuevo Chino.