WASHINGTON (AP).-Un fósil recientemente hallado en el este de África ha permitido a los científicos trazar la cadena de la evolución humana más completa hasta la fecha.
El fósil de 4.2 millones de años descubierto en el nordeste de Etiopía ha logrado zanjar las brechas en el conocimiento del proceso evolutivo que permitió el paso gigantesco de una especie a otra.
Eso se debe a que el fósil descubierto más recientemente, la especie Australopithecus anamensis, se halló en la región del Awash Medio, el mismo sitio donde se descubrieron en el pasado otras siete especies humanoides que abarcan casi seis millones de años y tres fases del desarrollo humano.
"Hemos hallado la cadena evolutiva, la continuidad a lo largo del tiempo", dijo en una entrevista telefónica desde Adis Abeba el antropólogo etíope Berhane Asfaw, coautor del estudio. "Una forma evolucionó en otra. Esta es evidencia de la evolución en un lugar a través del tiempo".
Las conclusiones fueron publicadas en la revista científica Nature.
La especie anamensis no es nueva, pero su ubicación es lo que ayuda a explicar el avance de una fase temprana del desarrollo humanoide al siguiente, dicen los científicos. Las ocho especies se hallaron a corta distancia entre sí, de no más de un día de caminata ligera.
Hasta ahora, lo que tenían los científicos eran atisbos de la evolución humana dispersos en distintos puntos del mundo. Hallarlos todos en una zona los convierte en algo así como en una minipelícula de la evolución.
"Es como tener doce cuadros de una película casera, pero de una película que abarca seis millones de años", comentó el autor central del estudio Tim White, codirector del Centro de Investigación de la Evolución Humana en la Universidad de California en Berkeley.
"La clave son las secuencias", dijo White. "Podemos ver todas las tres fases de la evolución humana".
El ser humano moderno pertenece al género Homo, subgrupo en la familia de los homínidos. Lo que evolucionó para producir el Homo fue probablemente el género Australopithecus (otrora conocido como "el hombre mono"), que incluye el famoso fósil de Lucy, de 3,2 millones de años, descubierto hace tres décadas. Un candidato clave para el género que evolucionó en el Australopithecus se llama Ardipithecus. Y el hallazgo más reciente es importante para zanjar _aunque no totalmente_ la brecha entre estos dos últimos.
En 1994, se halló parte de un esqueleto de 4.4 millones de años de la especie Ardipithecus ramidus -la especie más reciente de Ardipithecus- a unos diez kilómetros del último descubrimiento.
"Este parece ser el vínculo entre Australopithecus y Ardipithecus como dos especies diferentes", conjeturó White. La diferencia más notoria entre las fases del hombre puede verse en los dientes masticadores más grandes del Australopithecus para comer alimentos más duros, dijo.
Aunque aumenta la probabilidad, no es seguro que el Ardipithecus haya evolucionado en el Australopithecus, agregó. El hallazgo no descarta completamente que el Ardipithecus se haya extinguido como género y que el Australopithecus se haya desarrollado independientemente.
Las conexiones entre Ardipithecus y Australopithecus se vienen conjeturado desde que se halló el primer fósil anamensis en Kenia hace once años.