No hay víctimas entre los civiles, sin embargo, reportaron tres soldados heridos, uno de gravedad.
Jerusalén, (EFE).- Una tensa calma reina hoy en la frontera de Israel con el Líbano tras una jornada de duelos de artillería con la milicia islámica de Hizbulá que concluyó con un alto el fuego debido a la intervención de la ONU.
La población, que recibió orden de pernoctar en los refugios antiaéreos, volvió a la normalidad anoche al cesar los combates, los más fieros desde que Israel se replegó del Líbano en 2000, pero seguía la alerta en las bases militares.
No se informó de víctimas entre los civiles. Entre los soldados los heridos fueron tres, uno de ellos de gravedad.
Las acciones comenzaron en la madrugada del domingo cuando milicianos de los que operan en el sur del Líbano lanzaron tres cohetes Katyusha contra el norte de Israel, uno de los cuales impactó en una base de control de la Fuerza Aérea, en el monte Merón del distrito de Safed, y causó heridas a dos soldados.
El ataque, al que Israel respondió con fuego de artillería y de la Fuerza Aérea, no se le adjudicó ninguna organización, y se supone que fue represalia por la muerte el pasado fin de semana de dos militantes palestinos de la Yihad Islámica, atribuida en el Líbano a agentes de los Servicios Secretos israelíes (Mosad).
El ministro de Defensa israelí, Amir Peretz, y el comandante de las Fuerzas Armadas, general Dan Halutz, responsabilizaron al Gobierno libanés por ese ataque pues su Ejército no asume el control de la zona fronteriza, lo que permite las operaciones de esas milicias en contra de la resolución 1559 del Consejo de Seguridad de la ONU.
Las autoridades israelíes desmintieron que agentes del Mosad hubiesen causado la muerte de los activistas palestinos, que perdieron la vida al estallar el coche en el que viajaban.
Tras esos primeros incidentes, los combates se intensificaron con la participación de la guerrilla pro iraní de Hizbulá, que respondió a los bombardeos israelíes, incluso contra la infraestructura en territorio libanés, con decenas de cohetes Katyusha contra el norte de Israel.
Un francotirador libanés hirió a un soldado en el kibutz Manara, informaron fuentes israelíes.
Fuentes militares suponen, según la prensa local, que la milicia de Hizbulá, que se atribuye el repliegue israelí del sur libanés tras una ocupación de 18 años, cuenta con unos diez mil de esos cohetes la frontera.
Por su lado, el diario Haaretz informa hoy de que los integristas poseen cohetes con un alcance de hasta 200 kilómetros, lo que les permite alcanzar los principales centros urbanos de Israel.
Se trata de cohetes que carecen de dirección automática y de precisión cuestionable pero, según evaluaciones de los expertos, llevarían en sus ojivas 600 kilos de explosivos.
Hizbulá, también representado en el Parlamento libanés, impugna la resolución 1559 del Consejo de Seguridad alegando que la suya no es una milicia sino un organismo que reivindica unos terrenos, las "Granjas de Cheba", ocupados por Israel.
