Durango

Triste recuento entre las familias afectadas

El Siglo de Durango

Después de la tormenta, quedó el desastre para muchas familias que viven en casas hechas de cartón y de hule: todo se les mojó, a tal grado que al momento de la precipitación pluvial no encontraron ningún refugio.

El Siglo de Durango realizó un recorrido por algunas de las colonias que se vieron afectadas por la tromba que cayó sobre la ciudad el martes por la tarde. Todos demandan ayuda de las autoridades para reconstruir sus casas.

En las Palmas alto, una colonia que está ubicada en un cerro en donde hace unos días se inauguró el Macrocircuito Norponiente, se encuentran alrededor de 11 familias afectadas, esto, sin contar los daños que tuvo la escuela secundaria Claudia Guzmán Rodríguez que se localiza en la misma zona.

Para llegar a esta colonia es necesario atravesar calles empedradas, además de una cuesta amplia y difícil de pasar. No hay calles, solamente caminos de piedra que poco a poco desgastan los zapatos de los habitantes.

En este terreno había pequeñas construcciones en obra negra, sin techo, la mayoría de láminas cartón y hule. Sus habitantes también corren el peligro de incendiarse o de tener un cortocircuito, pues sus instalaciones eléctricas son deficientes.

El panorama de la colonia se repetía en todos sus rumbos: se veían muebles, colchones, cobijas y colchas en el exterior de los domicilios que estaban en el sol esperando que se secaran. Estaba convertda prácticamente en una zona de desastre, pues no se habían preparado para recibir una lluvia de tal magnitud.

Todos los niños se encontraban fuera de sus casas, jugando con lo que les había dejado la precipitación pluvial; algunos pequeños con el granizo empezaron a hacer monos de nieve, pues con su inocencia no vieron la gravedad del problema.

En tanto, las amas de casa, desesperadas, llamaron a una lideresa social para que les ayudara; sin embargo, no la encontraron. Después hablaron al dueño del terreno y quien les vendió los lotes de vivienda, de nombre Ismael Gurrola, quien les dijo que les iba apoyar con algo.

Cada una de ellas tenía el mismo problema pero su historia sobre el fenómeno climatológico era totalmente diferente; cada una cuanta cómo vivieron los 30 minutos más largos de la tarde de este martes.

Los vientos fuertes les anunciaban que llovería, pero no pensaron que ese fenómeno natural les traería grandes consecuencias, de desastre.

La señora Olga Lidia Flores, de 30 años de edad, se encontraba con sus cuatro hijos en su casa; no pudo correr a ningún lado, pues de haberlo hecho el granizo la habría golpeado.

Su casa, construida de lámina de cartón, madera y hule, no resistió los embates de la naturaleza; todo se le mojó: camas, ropa muebles y aparatos electrónicos como televisiones y equipo de sonido.

En ese lugar tiene una pequeña tienda en donde vende dulces, refrescos y algunos abarrotes, para ayudar a su esposo con la economía del hogar.

No pudo dormir nada, como la mayoría de los habitantes de esta colonia, a tal grado de poner una cubeta arriba de su cama para que la dejara dormir.

Después se visitó la casa de la señora Josefina Rodríguez, donde su techo mostraba los hoyos que hizo el granizo; ella tuvo que buscar ayuda de sus vecinas porque su casa quedó inhabitable.

La humilde vivienda resultó completamente dañada y sus muebles se echaron a perder, pues sus aparatos electrónicos no soportaron el agua y la mayoría de ellos no funcionaban, por lo que los puso a secar al sol.

Antonia Medrano Palomares tiene dos hijos; al momento de la lluvia estaba trabajando y no pudo hacer nada por salvar algunas pertenencias. Todo se le dañó, y tanto su esposo como ella y sus hijos se durmieron en un rinconcito para hacer más soportable el frío.

La señora María Guadalupe Arzola dice ser la menos afectada, pues una pared de su casa es de material resistente; sin embargo, al ubicarse en una de las puntas del cerro se le vino el agua y deslavó el piso.

Entre todas las familias se brindaron ayuda mutua para prestarse cobijas y algunas obsequiaron un poco de alimento para pasar la noche.

Todos los habitantes y los vecinos del lugar se encuentran desesperados, pues no tienen un lugar a dónde irse; comentaron que llamaron a las autoridades, pero que en ese momento no acudieron.

Algunas casas que se encontraban solas fueron afectadas por el viento, ya que arrasó con los techos y con algunas bardas frágiles. Ésta fue la primera lluvia de la presente temporada, y aún no saben qué hacer si sigue lloviendo.

OTRAS COLONIAS

Otras colonias que resultaron afectadas por la lluvia fueron la Héctor Mayagoitia, Villas de Guadalupe, Morga y Juan Salazar. En menor magnitud sufren los estragos de la lluvia que se presentó este martes por la tarde.

Algunos desagües eran de aguas negras, por lo que los olores y el agua llegaban a más de diez calles de las colonias Héctor Mayagoitia y Morga.

Las calles de estas colonias, en su parte sin pavimento, sufrieron por los charcos; los salones de clases de las primarias resultaron dañados, pues el agua entró a tal grado de mojar sus libros y material didáctico.

En las esquinas era común ver gente barriendo y sacando agua de sus casas; también en algunos lados aún se observaban copos de granizo que por las bajas temperaturas aún no se derretían.

Personal del Municipio trabajaba en la reparación de fugas de agua potable y del drenaje que se reportaron, las cuales formaron un río en algunas de las calles, mismas que se prolongaron desde la Héctor Mayagoitia hasta la calle Zacatecas de la colonia Morga.

Ayuda

Los habitantes de las colonias piden:

Láminas de cartón.

Hule.

Ropa.

Madera.

Despensas.

FUENTE: Investigación de El Siglo de Durango.

Leer más de Durango

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Durango

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 213793

elsiglo.mx