CIUDAD LERDO, DGO.- Tras cortar la única oreja de la tarde, el diestro capitalino Luis Ricardo Medina ?Pasión Gitana?, salió triunfador de la Corrida de las Madres, efectuada ayer en la Plaza de Toros Salvador Barrera de Ciudad Lerdo, misma que lució media entrada en sus tendidos, en su gran mayoría mamás que fueron invitadas de honor en el festejo.
Al frente del cartel estuvieron los matadores de toros Luis Ricardo Medina y José Miguel Ibarra ?Joseli?, quienes lidiaron cuatro ejemplares bien presentados de la ganadería guanajuatense de Vistahermosa, que promediaron 465 kilogramos.
?Pasión Gitana? abrió el festejo con ?Avileño?, un astado de 465 kilogramos de calidad y fuerza, que derribó al picador y su cabalgadura.
A tres pares de banderillas, excelentemente puestas por parte de los subalternos, le siguieron magníficos muletazos del torero capitalino para finalmente lanzarse a matar con una estocada un poco caída pero efectiva para terminar con el astado. Una oreja entregó el juez al voluntarioso matador.
En su segundo de la tarde, llamado ?Buena Estrella?, con 475 kilogramos, las cosas no se le dieron de la forma deseada y el esfuerzo le sirvió para cumplir; terminó con una estocada algo atrasada y caída, pero suficiente para que el toro doblara y quedara a modo para el descabelle.
?Los dos toros que me tocaron tienen seis o siete años de edad; el torear ejemplares así tiene mucho mérito. Creo que la oreja fue justa, pero lo más importante es lograr que la gente salga contenta?, comentó el triunfador del festejo, quien dijo sentirse satisfecho por haber cumplido ante el público de Ciudad Lerdo, un lugar del cual guarda gratos recuerdos.
Por su parte, el lagunero ?Joseli? tuvo en el primero de su lote a ?Soberano?, un toro de 468 kilogramos ante el cual mostró entusiasmo y pinceladas de buen torero, pero al que mató hasta el segundo intento con la espada.
Finalmente, ante ?Primoroso?, el segundo de su lote y último de la tarde, un toro de 470 kilos que se escobilló uno de sus cuernos al momento de entrar al ruedo, el llamado ?Ahijado de Lerdo? mostró alegría con el capote y la muleta y logró algunas buenas tandas ante el burel, pero falló a la hora de matar, al lograr su objetivo hasta el cuarto intento, cuando empujó la espada hasta la empuñadura.
