“Si piensas que puedes ganar, puedes
ganar. La fe es necesaria para la victoria”.
William Hazlitt
Andrés Manuel López Obrador y el PRD son claramente los grandes triunfadores de las elecciones de este domingo pasado, 12 de marzo, en el Estado de México. La alianza del PRI y el Partido Verde tuvo un descenso significativo, mientras que el PAN perdió algo de terreno. En contraste el PRD y sus aliados tuvieron avances muy importantes. Según las cifras preliminares disponibles hasta este momento, la Alianza por México del PRI y el PVEM consiguió el 33 por ciento de los votos válidos en los comicios para diputados locales, con lo cual mantuvo el primer lugar en el estado, aunque por un margen muy pequeño. La Alianza por el Bien de Todos del PRD y el Partido del Trabajo logró el 32 por ciento de los sufragios. El PAN debió contentarse con el 27 por ciento. Los otros partidos, entre los que se distinguen Convergencia y el PRI en los distritos en que éste participó sin alianza, acumularon un ocho por ciento de los votos.
En las elecciones de julio de 2005 el ahora gobernador Enrique Peña Nieto, respaldado por la Alianza PRI-PVEM, consiguió el triunfo con el 47 por ciento de los sufragios, seguido de Rubén Mendoza del PAN, quien con el apoyo de Convergencia, registró el 25 por ciento. Yeidckol Polevnsky, del PRD y el PT, tuvieron el 24 por ciento. Entre 2005 y 2006 la votación del PRI-PVEM bajó de 1.8 millones a 1.1 millones de votos, mientras que la del PRD-PT pasó de 937 mil a cerca de 1.1 millones. El número de votos del PAN bajó ligeramente, de 936 mil a 925 mil, aunque en términos porcentuales esos 11 mil votos menos se tradujeron en un avance de dos puntos porcentuales a pesar de que se desvaneció la alianza con Convergencia. La Alianza por México del PRI y el Partido Verde ganó 19 distritos legislativos en este 2006 contra 24 que el PRI obtuvo por sí solo en el 2003. El PRD y el PT pasaron de 10 a 17 y el PAN de 11 a nueve.
En presidencias municipales, de las 125 que hay en el estado, el PRI-PVEM pasó de 68 a 53. El PRD y el PT ascendieron de 27 a 36 mientras que el PAN subió de 24 que tenía a 25 por sí solo y tres más en alianza. Andrés Manuel López Obrador parece ser el factor de diferencia entre las elecciones de 2005 y las de 2006 en el Estado de México. El gran perdedor, quizá, puede ser el gobernador priista Enrique Peña Nieto. Así como López Obrador, quien tuvo intensas presentaciones de campaña en el estado en las últimas semanas, se convirtió en el rostro del PRD en la entidad, Peña Nieto lo fue en buena medida del PRI. Un lastre importante en la caída del PRI en el estado, empero, parece haber sido el ex gobernador Arturo Montiel y su familia, involucrados en un escándalo por presunto enriquecimiento.
Durante mucho tiempo se hizo común pensar en los comicios del estado de México como una especie de gran encuesta previa a las elecciones federales. La verdad, empero, es que la entidad tiene características propias que le impiden ser ese laboratorio que algunos han imaginado. En las elecciones de 1999, el priista Arturo Montiel triunfo en el estado pero Vicente Fox se levantó como triunfador en el país un año después. El espectacular avance de López Obrador y del PRD, sin embargo, ratifican la idea cada vez más generalizada de que el perredista es, en sus propias palabras, “indestructible”. Si algún elemento faltaba para convertirlo en el abierto favorito de la contienda presidencial del dos de julio, el resultado del Estado de México lo ha proporcionado.
No deja de ser interesante, por otra parte, que tanto el Instituto Electoral del Estado de México como el Gobierno priista que los perredistas culparon por su derrota de julio del año pasado están ahí todavía. Pero hoy el PRD no se está quejando. El resultado de los comicios locales de este año parece señalar lo que muchos analistas pensaron el año pasado: Yeidckol Polevnsky y el PRD no perdieron por maniobras irregulares sino simplemente porque no le resultaron atractivos al electorado en ese momento. El PAN ha logrado mantenerse razonablemente estable en el Estado de México, como lo ha hecho en las encuestas nacionales.
Sus votos se mantienen en poco más de 900 mil. Pero al igual que en el proceso federal, el PAN no puede ya darse el lujo de permanecer estable. Ante un PRD que asciende de forma inexorable, el PAN necesita crecer nuevamente. Si consideramos el crecimiento del PRD en el Estado de México, parecería que sólo un exceso de confianza podría detener a López Obrador en su carrera a la Presidencia. La historia está llena de presuntos triunfadores que fueron derrotados por empezar a celebrar antes de la meta. Es difícil saber si López Obrador es realmente indestructible, pero presumir de ello antes de ganar las elecciones puede ser un error.
CHILE
Michelle Bachelet recibe un país en excelentes condiciones. Chile es el mejor ejemplo económico en América Latina. Ha logrado excelentes tasas de crecimiento desde hace décadas y ha logrado disminuir la pobreza de manera muy significativa. Los ex presidentes Ricardo Lagos, Eduardo Frei y Patricio Aylwin demostraron que mantener estrategias económicas sanas genera rendimientos de largo plazo.
Correo electrónico:
sergiosarmiento@todito.com