Pierde el partido tricolor dos mil votos por día en los últimos seis años.
Agencias
MÉXICO, DF.- Desde 2000 el PRI va en picada y ahora, en el peor momento de su historia, entra dividido a la renovación de la dirigencia nacional que intentará corregir su rumbo.
Tras la elección del pasado dos de julio, el tricolor se convirtió en la tercera fuerza política del país, perdió la mayoría relativa de ambas cámaras en el Congreso, su candidato presidencial no ganó en ningún estado y la división interna se ahondó.
El PRI perdió un promedio de dos mil votos diarios en los últimos seis años. En 2000, cuando por primera vez fue derrotado en la elección presidencial, obtuvo 13 millones 579 mil 718 votos para su candidato Francisco Labastida Ochoa.
El pasado dos de julio cayó a nueve millones 301 mil 441 sufragios para Roberto Madrazo.
Esto representa una pérdida de cuatro millones 278 mil 277 votos en seis años, equivalente a mil 953 sufragios promedio por día.
Ahora como tercera fuerza política nacional y tras expulsar de sus filas a Elba Esther Gordillo -quien se atribuyó parte de la operación política para la derrota de Madrazo en las urnas-, el PRI entra en la fase de renovación de su dirigencia. Pero además de derrotado, el tricolor llega dividido, reconocen quienes aspiran a dirigirlo en los próximos años.
?Es tiempo de que los priistas nos dejemos de señalamientos sobre personas y grupos y que pensemos verdaderamente en lo que México requiere y los priistas reclaman?, señaló el ex gobernador de Hidalgo, Manuel Ángel Núñez Soto, uno de los aspirantes a la dirigencia nacional.
Por el grupo antimadracista, Enrique Jackson planteó: ?debemos ir todos juntos, ésa es la manera de ir otra vez arropando, surciendo, sumando, juntando, aliándonos otra vez?.
?La división ya se dio, tenemos que reconocerlo y buscar cómo reagruparnos hacia el futuro y eso va implicar un ejercicio de gran tolerancia hacia las otras posiciones, de una gran capacidad conciliatoria... no nos va a quedar de otra?, señaló Francisco Labastida, quien apenas el pasado viernes declinó mantenerse en la competencia por la coordinación de la nueva bancada de su partido en el Senado.
En esa primera medición de fuerzas internas, los madracistas ganaron el control de su grupo parlamentario en la Cámara Alta, al designar como su coordinador a Manlio Fabio Beltrones, el principal operador político de la campaña presidencial de Roberto Madrazo.
El próximo martes, los gobernadores se reunirán con los diputados federales electos del PRI, para enrutar la designación del próximo líder de la bancada.
En tanto, el Consejo Político Nacional ?dominado por el madracismo? sesionará a finales de mes para emitir la convocatoria para elegir a la nueva dirigencia nacional.
Los mandatarios priistas ex integrantes del denominado Tucom (Todos Unidos Contra Madrazo) se han colocado detrás de Enrique Jackson para impulsarlo como nuevo dirigente. Los madracistas no han abierto sus cartas.
?Tiene que ser alguien que sea incluyente, que no sea faccioso; que tenga experiencia en el partido -como la tengo-, que tenga experiencia legislativa y que tenga en la función pública y yo la tengo en las tres?, dice Manuel Ángel Núñez Soto, quien también se presenta como opción, con el respaldo de algunos gobernadores.
Por su parte, Francisco Labastida Ochoa dice: ?En las difíciles circunstancias que atraviesa el país, debemos olvidarnos de los pleitos internos y hacer un esfuerzo muy grande para reagruparnos?.
El primer candidato del PRI que perdió una contienda lanza un llamado a los líderes de los grupos internos y a los gobernadores a superar la etapa del divisionismo, aceptar que el PRI es la tercera fuerza electoral y enfilar al relevo de la dirigencia nacional con un calendario pactado.