Todos conocemos lo que es el IQ Coeficiente Intelectual, esa medida que, bajo ciertos estándares, determina el nivel de nuestra inteligencia. Pero ¿sabías que, a diario, todas las personas con las que nos topamos miden nuestro QA de acuerdo a su propio criterio?
Cotidianamente, la mayoría de las personas tienen la gentileza de iluminarnos con el reflector (sólo por unos segundos); pero está en nosotros determinar cuánto tiempo permaneceremos ahí, así como si nos apagan, nos atienden, nos abuchean o nos aplauden.
Nos hemos vuelto muy poco pacientes, así que en esos segundos, cada gesto que hacemos, cada palabra que decimos, cada señal visual que emitimos, es recogida por una parte del cerebro de quien nos ve, y que la procesa de acuerdo a su propio criterio.
Los estudios que realizó la investigadora británica Peta Heskel determinan que hay una serie de cualidades universales, de ingredientes mágicos, que convierten a una persona en atractiva e irresistible.
¿Qué es la atracción? ¿Qué hace a alguien atractivo/a? Por mucho tiempo hemos considerado que, para lograrlo, debíamos mantener la belleza física como un factor único y determinante. Pues no. No es así. Es tiempo ya de dejar ir a esas viejas ideas y sustituirlas por las nuevas.
Las personas atractivas:
Se gustan.
Saben qué quieren y luchan por lograrlo.
Son personas positivas y contentas.
Confían en sí mismas sin ser arrogantes.
Son capaces de abrirse y mostrar su vulnerabilidad.
No dependen de los demás para ser felices.
Disfrutan de la aventura de su vida, no sólo la ven pasar.
Las llena y satisface lo que hacen, no importa si se trata de barrer las calles o ser doctora.
Son emocional y espiritualmente maduras.
Tienen un sistema de creencias y valores que inspira optimismo, emoción y determinación.
Poseen un fuerte sentido de la integridad y saben lo que deben hacer.
Se pueden reír de ellas mismas.
Se preocupan y hacen cosas por los demás.
Son capaces de deslizarse sobre las olas más fuertes del océano.
Ven el potencial en los demás.
Siempre hablan bien de toda la gente.
Son leales y considerados.
Tienen habilidades sociales.
Se mueven y hablan de manera elegante.
Es excitante estar con ellas.
Son sexualmente maduras y seguras de sí mismas.
Tienen una cualidad casi hipnótica de ?sígueme?, lo que los convierte en líderes.
Son muy flexibles y fácilmente pueden adaptarse a los otros sin olvidar su manera de ser.
Pareciera que consiguen lo que quieren sin esfuerzo.
Experimentan el fracaso como una lección en el camino al éxito.
Confían en su intuición.
Sus cuerpos reflejan todo esto, con calma y una disposición desinhibida frente a la acción.
De entrada, leer toda esta lista nos intimida, porque hace que nos preguntemos: ¿Tengo aunque sea algo de esto? Y la verdad es que todos tenemos este potencial y más, porque contamos con un gran aliado: nuestro cerebro. Él hará lo posible para probarnos cualquier cosa que le digamos.
Recurro a Norman Vincent Peale, que dice:
?Formula y graba en tu cerebro, de manera indeleble, una imagen de ti mismo/a como una persona atractiva. Sostén esta imagen tenazmente. Nunca permitas que se escape. Tu mente buscará que esa imagen se haga real?.
Así que sonríe, porque tú, yo, todos, tenemos el potencial de desarrollar estas cualidades a nuestra manera y de ser profundamente atractivos.
Lee y relee la lista. Sólo basta con empezar a creérnosla para así elevar nuestro QA.
