EL SIGLO DE TORREÓN
GÓMEZ PALACIO, DGO.- El Juzgado Tercero del Ramo Penal se declaró incompetente para ejercer acción penal contra dos empleados del IMSS acusados de negligencia médica y el caso lo turnó al Juzgado Cuarto de Distrito en La Laguna.
Juana Margarita Peralta Caballero, titular del Juzgado Tercero, informa que una vez estudiado el caso, se decidió enviarlo al Juzgado de Distrito por tratarse de empleados del Gobierno Federal.
En su momento, la denuncia fue interpuesta por Roberto Guevara Guerrero, el 19 de marzo de 2005 ante la Subprocuraduría de Justicia de la Región Laguna Durango, contra el médico Francisco Javier Lira García y la trabajadora social, Laura Matilde Reyes Salas.
Dice el denunciante que su esposa, Josefina Valdez de Guevara, esperaba dos gemelitas y con grandes sacrificios reunió algo de dinero y la llevó a la Clínica del Club de Leones en Torreón, para que diera a luz y su esposa e hijas estuvieran bien.
Las gemelitas fueron prematuras y nacieron el cuatro de marzo del año pasado, pero el médico pediatra le dijo al padre que las niñas requerían cuidados especiales, pero Roberto no tenía dinero ya para cubrir los gastos que generaría su estancia en la clínica particular.
Al día siguiente, Roberto y su esposa decidieron internar a las niñas en la Clínica 46 del IMSS, en esta ciudad y con las recomendaciones de los médicos se las llevaron en una ambulancia de la Cruz Roja, equipada con oxígeno con duración de una hora.
Al llegar a la clínica, como a las 11 de la mañana, le informaron que pasara a Trabajo Social, donde Laura Matilde, luego de investigar le dice que están vigentes sus derechos pero se necesitaba la papelería de las recién nacidas, como las actas de nacimiento, que todavía no tenía el padre de las pequeñas, quien le pide de favor acepte a sus niñas por la urgencia, comprometiéndose a entregarle después todos los papeles necesarios.
Ningún argumento fue válido para la trabajadora social, mientras que el oxígeno se agotaba y no permitió la recepción de las recién nacidas, ante la angustia de Guevara Guerrero.
Desesperado, el padre les pide a los paramédicos de la Cruz Roja regresar a la Clínica del Club de Leones y con sirena abierta regresan, pero a la altura del puente plateado se terminó el oxígeno y los paramédicos les proporcionaron con una bomba manual.
Una hora después de haber llegado a la Clínica, una de las niñas muere y al día siguiente la otra, dejando a sus padres sumidos en el dolor y la impotencia de no poder salvarlas y días después deciden interponer la denuncia.
