EL UNIVERSAL
SAN MIGUEL NEPANTLA, Estado de México.- Es una finca hundida entre la vegetación que cuenta con una gran cabaña, que está construida en un lugar para que pocos o casi nadie la pudiera encontrar.
Se llama Quinta Del Mar y sirve de refugio a Nicolás Aguilar, el sacerdote que aparentemente desapareció tras cometer un sinnúmero de abusos sexuales contra niños en México y Estados Unidos.
Esta solitaria zona permite la vista del esplendoroso Valle de Cuautla y también a cualquiera el pasar desapercibido, como es el caso del sacerdote acusado de presunta pederastia.
Un portón de corazones y una estatua de un querubín desnudo que ofrece uvas enmarcan la entrada a esta Quinta, donde Nicolás Aguilar ha permanecido desde más de un año.
Hoy, cuando se celebra la fiesta de ?San Miguel Arcángel?, el patrono del pueblo, el hombre cuyo historial presuntamente delictivo ha cimbrado a la Iglesia Católica en México, no está. ?Anda por la sierra de Oaxaca?, ésa es por lo menos la versión de la mujer encargada de cuidar la finca.
Toda la gente del pueblo sabe que Nicolás Aguilar se aloja aquí desde hace tiempo, aunque a primera vista parece que hoy no hay nadie en esta casa, que está deshabitada por el momento. Nada de eso.
Lo desmienten los jardines cuidadosamente podados, vehículos que cambian de lugar y luces que en la noche alumbran los solares con que cuenta esta casa, enclavada en las afueras de lo que fue la tierra natal de Juana de Asbaje, conocida mundialmente por Sor Juana Inés del la Cruz, llamada la Décima Musa.
Horas y horas tocando a la puerta finalizan cuando llega una mujer a bordo de un automóvil Ford Ghía, color azul, con placas del Distrito Federal. Vive en la casa contigua, pero deja su automóvil en la casa donde se aloja Nicolás Aguilar. ?Es la casa de mi compadre -de quien se niega a dar su nombre como el de ella-, pero confirma que efectivamente ahí se aloja y está como ?invitado? Nicolás Aguilar.
Colocada entre árboles de aguacate y limón, la mujer ofrece entregar a Nicolás Aguilar un número telefónico para comunicarse: ?Si es que él desea dar su versión, verdad?, e insiste en que ella nada sabe de su paradero.
