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UN EQUIPO DE PRIMERA

Arturo Brizio Carter

Se siguen acumulando fechas en el Mundial de Alemania 2006 y parece que la espera de cuatro años se esfuma velozmente en una vorágine de partidos, datos, fechas, cifras y resultados.

Varios equipos hacen maletas anticipadamente y tendrán que jugar un postrer encuentro ya sin la motivación que los trajo a tierras germanas. En este hit parade de la vergüenza están nombres de tan poca prosapia como Costa Rica, Polonia, Paraguay, Costa de Marfil, Serbia y Montenegro e Irán quienes solo buscarán no ser peldaño para sus adversarios de grupo.

Por supuesto que podemos hablar de decepciones y las encabezan los países del centro de Europa de quienes sinceramente se esperaba mucho mas. Polonia parecía que reverdecería los laureles cosechados antaño, Serbia y Montenegro venía por los fueros de la ex-Yugoslavia así como Croacia, con parecido origen étnico y similar disfunción a la hora de comparecer en esta fiesta del balompié mundial.

Otro grupo que llegó con expectativas y que ha quedado a deber es el contingente africano pues Costa de Marfil y Togo están eliminados, Angola busca un milagro, Túnez peleó a muerte y Ghana resucitó a base de riñones.

Déjenme platicarles, al margen de decepciones y sorpresas que tuve la oportunidad de asistir al estadio Allianz Arena de Munich para presenciar el encuentro entre Brasil y Australia y lo que valió el boleto es el escenario en sí pues el juego no dio para demasiado comentario.

El inmueble es extraordinario por su diseño, belleza estructural, comodidad y funcionalidad. Independientemente del palco de prensa que esta abusivamente bien colocado, cualquier parte del estadio permite al espectador mirar el encuentro de maravilla.

Los amazónicos no terminan de arrancar y aunque ganan no lo hacen con la autoridad del campeón defensor y del gran favorito.

Estamos en presencia de un equipo de primera?sí, porque no ha podido meter segunda y si no acelera pronto puede llegar un equipo de empaque que le ponga las peras a veinticinco.

Es sabido que a Brasil se le ponen rivales a modo para facilitar su avance. Esto obedece a su jerarquía y la garantía mediática que estos magos del balón garantizan pero puede sufrir y mucho si no mejora.

El ambiente fue maravilloso y de un colorido único que solo puede poner la ?torcida? que es como se conoce a la afición de la verdeamarelha produciéndose ese fenómeno de que hasta los alemanes se identifican con esta selección que hace soñar con las galaxias.

Tuve el gusto de saludar entre los asistentes a Arnaldo César Coelho y seguramente usted, amable lector se preguntará, ¿quién diablos es este personaje? Pues yo se lo voy a contar.

Arnaldo es brasileño y fue árbitro internacional asistiendo en esa calidad a una Copa del Mundo. Fue en España 82 cuando inscribió su nombre con letras de oro en la historia al convertirse en el primer juez que sin ser europeo dirigía una Final de una Copa del Mundo.

El juego fue Italia contra Alemania y este extraordinario silbante realizó un trabajo excepcional echando abajo el mito de la superioridad europea y poniendo en alto al arbitraje latinoamericano.

Coelho trabaja para la televisión brasileña y me comentó que la prensa de su país está descontenta con el accionar de su equipo, piensan que Adriano y Ronaldo no deben alinear juntos y que Ronaldinho se encuentra lejos de su mejor nivel.

Francia también se perfila como decepción y esperamos que España asegunde, como buen labrador y califique con prontitud.

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