En la atención al deporte de cada comunidad mexicana, muchos son los que podrían ayudar si se tuviera capacidad de convocatoria y si los que estuvieran al frente de tan importante tarea supieran allegarse no solamente medios, sino también colaboradores.
Pero muchas veces algunos de los llamados dirigentes deportivos, tan pronto reciben un nombramiento se introducen en una especie de cápsula blindada, alejándose del mundo y dictando órdenes que son para seres de otro planeta y no humanos.
Muchos podrían ayudar. Hay numerosas personas que conocen a fondo determinadas ramas, y que desperdician sus conocimientos y su tiempo porque nadie los invita ni los toma en cuenta. No todos pueden cooperar por una paga o una dádiva.
Los hay voluntarios de buena fe, que recibieron enseñanzas en su juventud, que participaron en eventos y que entraron en un retiro obligado al no ser tomados en cuenta por nadie. Cuánto podrían ellos ayudar al impulso del deporte.
En forma anónima, callada, existen impulsores del deporte que nada esperan a cambio. También los hay que patrocinan equipos sin buscar publicidad ni retribuciones, y de igual forma hay deportistas en el retiro que gustosos brindarían sus conocimientos.
Ojalá que los funcionarios que sean nombrados en esta nueva era tengan la capacidad de saber organizar, convocar, lograr el respaldo de quienes sí saben y que podrían colaborar con el impulso de cada una de las ramas del deporte.