Apareció otro chileno, ahora Sebastián González, anotando el único gol de Tigres, e hizo su aparición el tercer descalabro al hilo del Santos Laguna, metido en una crisis largamente anunciada por la forma en que se ha desempeñado el equipo en los últimos tiempos.
Pero lo más lamentable no son las derrotas seguidas sino también la pérdida del balón por parte de los albiverdes que han dejado el control del esférico en piernas rivales, por pases equivocados o por falta de adecuada marcación por el centro de la cancha.
Muchísima tarea para el ?Maestro?, pues el divorcio entre jugador y balón es notorio, y una de las recomendaciones de cada técnico es precisamente saber manejar el esférico, no cederlo al contrario para no permitir libertades ni goles en contra.
En las oficinas del club, a estas alturas, seguramente hay un estudio a fondo de lo que hace cada quien en la organización, desde el escritorio hasta la cancha, pues las fallas hay que buscarlas hoy y no mañana, cuando todo sea demasiado tarde.
Aún es tiempo de ponerle el cascabel al gato, a pesar de todo lo que ha ocurrido todavía se puede rescatar algo, pero la reacción debe aparecer ya en las oficinas del club. Y qué bueno que Dorados no tiene goleadores chilenos que ya le tomaron la medida al Santos.
Pero a cambio, los de Sinaloa cuentan con un ?Loco? Abreu uruguayo, que de pronto, de la manera menos esperada, hace goles, mientras que en la portería, Cirilo Saucedo, un porterito que estuvo en Santos, sigue en mejoría, lo que motivó al América a pretenderlo.
