No hay novedad, señora baronesa, no hay novedad. Esa era la letra de una vieja canción, en la que se destacaba que las cosas no cambiaban, que todo seguía igual. Y eso ocurrió ayer en el Corona, Santos sigue sin ganar en este torneo.
Casi a la mitad del torneo, el equipo de la Comarca sigue retando al destino y acercándose peligrosamente a la autopista que conduce al descenso, sitio reservado para los que no reaccionan a tiempo, pues hay tiempo suficiente para entenderlo.
Ni el Santos ni el Necaxa hicieron cosas dignas de comentar. El vaivén sin ambición se prolongaba mientras el reloj dejaba correr los minutos, y hasta que Rodolfo Espinoza, al minuto 26 del segundo tiempo tomó un balón lejos de la portería, disparó y anotó.
Balde de agua fría en una tarde tibia, y lo más curioso es que la gente empezó a criticar a los jugadores, mas no al técnico Benjamín Galindo, algo que nunca había ocurrido, pues cuando un equipo anda mal al primero que atacan es al estratega.
Cuando faltaban dos minutos del tiempo reglamentario, Jair García logró el empate, para cuando menos evitar la derrota, mas no el frío sótano, ahora compartido con el Veracruz, aunque los goles a favor ayudan a Santos para no estar hasta el fondo.
Se confió mucho, desde directiva hasta técnico y jugadores albiverdes, en conseguir la victoria ante los Hidrorrayos, pero éstos, aunque no mostraron buen futbol, hicieron lo justo para conseguir una igualada que no gustó a su técnico López Zarza.