Antes de enrolarse como director técnico del Santos, Wilson Graniolatti hizo un análisis de los hombres que estarían bajo su mando, y después aceptó el reto. Su contrato habla solamente de lo que resta de la campaña, con opción a ampliarse.
Desde el primer día que inició sus funciones en Santa Rita lo observamos revisando una y otra vez la carpeta que se le entregó. Luego estuvo viendo a los jugadores y posteriormente solicitó a gente que tiene tiempo en el equipo algunos señalamientos.
Nos llamó la atención que desde el primer día se puso a trabajar de atrás para adelante, o sea que cuida personalmente el accionar de la línea defensiva. Detiene las acciones y hace señalamientos de cómo moverse cuando el rival ataca.
Ha tenido pláticas con Carlos Cariño y también con la pareja que forman Matías Vuoso y Rodrigo Ruiz. En Santa Rita hemos visto muchos estilos y diferentes resultados. Nos llama la atención la forma de conducirse de cada preparador físico.
Por citar un ejemplo, Jorge Franco, un uruguayo que trajo Sergio Bueno, era amante de la música y de las rutinas semi-gimnásticas. Recordamos que se pusieron grandes bocinas que difundían las notas que acompañaban a los ejercicios.
Hoy se vive otra etapa a la que todavía no le agarramos la onda, como dicen los muchachos, pero esperamos que los jugadores sí se metan, y pronto, en este estilo que ha traído Wilson Graniolatti y su equipo en el que figura también un preparador físico uruguayo.