En esta operación rescate, en la que todos estamos involucrados, hace falta la prudencia y destinar los medios a emplear solamente en un mismo objetivo, que es salvar al equipo, pues a pesar de lo ocurrido aún es tiempo de reaccionar.
La directiva albiverde no debe distraerse en otras actividades, que en este momento pasan a ser intrascendentes. Su misión es estar atenta a lo que ocurre en el seno del equipo, en acercarse al cuerpo técnico y jugadores para buscar enderezar el camino.
A los jugadores, analizar con detenimiento los videos, ver el accionar de cada uno y desde los mismos entrenamientos buscar mejorar en lo individual para pasar de ahí al colectivo y que todo redunde en un mismo fin: la salvación.
En este momento no caben otras actividades pues lo primordial es que el Santos vuelva al camino del triunfo, y no podrá hacerlo con gran presión y con todo en contra. En el equipo hay gente muy profesional, lo que ha demostrado en muchísimas ocasiones.
Ese profesionalismo de los jugadores, como lo dijimos ayer, apareció en forma espontánea y voluntaria. Incluso entre ellos hubo el acuerdo de apoyar a los trabajadores manuales cuando surgió la incertidumbre sobre sus salarios.
Hay mucha historia de esfuerzos y resultados que no podemos pasar por alto. Ha habido otras épocas en las que por diferentes causas el equipo se ha metido en problemas en la tabla de porcentajes, pero con el apoyo de todos se ha salido adelante.
