Por pláticas no queda. Antes del entrenamiento en Santa Rita, Wilson Graniolatti y José Antonio ?Tato? Noriega estuvieron conversando largamente. Después el director técnico charrúa se encerró con los jugadores en el vestidor durante casi una hora.
Salió parte del equipo, y Graniolatti se quedó con el resto del plantel, donde figuraban Matías Vuoso, Carlos Cariño, Fernando Figueroa, Armando Gallegos, Hugo Castillo, Fernando Medina, Elgabry Rangel y Gerardo Espinoza.
Luego volvió a llamar a Carlos Cariño con quien dialogó todavía por algunos minutos. Todo el plantel regresó a la actividad, con excepción de Jorge Campos, quien hizo ejercicios por separado bajo la supervisión del doctor Jorge Galván.
Ya en los entrenamientos, el equipo pareció recobrar el buen ánimo y estuvieron pateando la bola primero, como quitándose un poco la tensión, y luego entraron de lleno en las rutinas del trabajo del día, bajo la atenta mirada de José Antonio ?Tato? Noriega.
Y mientras mil cosas pasan por la mente de cada jugador, en Santa Rita continúan los trabajos de ampliación de vestidores, oficinas, gimnasio y lavandería, con muros que se levantan por varias partes y gente que parece ignorar todas las tensiones cercanas.
Y con el transcurso de los minutos los jugadores se notaron más relajados, sobre todo mientras más contacto tuvieron con el balón. Saben que ante Monterrey les espera un partido en el que deberán estar concentrados desde el primer silbatazo del árbitro.