Ya casi al finalizar su triste paso por el Clausura 2006, algunos jugadores empiezan a recobrar su buena fama, la que parece llegar un poco tarde, como el caso de Gerardo Espinoza, que está aportando movilidad en la media cancha y goles.
El que lucha siempre, y muchas veces lo hace solitario adelante, es Vicente Matías Vuoso. Quisiera hacerlo todo y él mismo hacerse pases, mandar el balón adelante, por entre los rivales y luego recuperarlo, lo que intenta pero casi no lo logra.
Pero ha sido constante su entrega y sus deseos de ayudar, mas le ha faltado un enlace ideal, un diez que lo respalde y le quite rivales cuando va en dirección hacia la portería contraria. Seguramente entre las futuras contrataciones podría estar ese tan esperado diez.
Y otra vez, ante el Atlas, hubo espacios libres que fueron aprovechados sobre todo por Danilo, y los descuidos defensivos volvieron a aparecer, para dejar con movilidad a Osorno y sobre todo a Emmanuel Villa cuando más se necesitaba apretar.
No se buscó asegurar esa ventaja que llevaba Santos, no hubo cambios y el resultado apareció tal como lo esperaba Daniel Guzmán en un palco, desde donde dirigía el accionar de sus Rojinegros, que siguen a la baja.
Con la reacción heroica y titánica de los Tuneros del Real San Luis, que parece salvarse, varios equipos aumentan sus problemas, entre ellos el Santos Laguna, que sigue perdiendo puntos en la porcentual que lo meterán en problemas largamente anunciados y tolerados.