No es lo mismo dirigir un partido de futbol desde la tribuna a hacerlo junto a la cancha. Aunque algunos entrenadores, fríos o desinteresados prefieren la comodidad de la caseta a estar corrigiendo a un lado del terreno. Sin embargo, al Santos le ayudaron factores.
Dos de ellos fueron el que ?Tolo? Gallego estaba castigado y luego que sus decisiones, enviadas por algún medio, fueron muy equivocadas, pues cuando necesitaba asegurar la ventaja que le había dado Carlos Esquivel a los dos minutos, ordenó el repliegue.
Y para colmo de sus males, ?Tolo? fue sacando a hombres fuertes al ataque como Díaz, Abundis y Vicente Sánchez, que ha querido tomar el lugar que mucho tiempo tuvo Saturnino Cardozo.
Así pues, Santos empezó a prepararse para servirse con la cuchara grande, a pesar de las buenas atajadas de César Lozano, que estaba supliendo bien a Hernán Cristante. Pero de uno y otro lado, Matías Vuoso y Rodrigo Ruiz buscaban hacer daño.
Otro que anduvo luchando, como siempre, fue Rafael Figueroa, a quien le marcaron una falta inexistente, mientras que el ?Misionero? Castillo desde que entró a la cancha mostró que iba a utilizar su colmillo para hacer daño.
?Pony? emparejó cartones, y para algunos, ese tiro de esquina que cobró al final era ya casi un gol olímpico, y Castillo sólo peinó para que terminara en el rincón el esférico. Ahora hay que pelear otros tres puntos por eso del porcentaje.