Mal y de malas, así sigue México en este Mundial, aunque ayer fue el acabóse cuando el mismo Rafael Márquez comete una falta, y aunque fue sólo un rozón de dedos, sirvió para que los lusitanos amarraran el marcador y encaminara a su equipo a la victoria.
Pero los males para México no terminarían ahí. A manera de compensación vino un penal a su favor, y Omar Bravo, tan elogiado y ponderado, lo falló, y para rematar su mala actuación vendría una oportunidad que tuvo y la desaprovechó.
Agregue a lo anterior la expulsión de Luis Pérez pero curiosamente México empezó a jugar mejor con diez hombres. Fue entonces cuando aparecieron calentando Jared Borgetti y Guillermo Franco, aunque La Volpe se inclinó por el argentino-mexicano.
Gracias a que Angola no pudo vencer con desahogo a Irán, pues terminó con empate a uno, México pasa a la siguiente ronda, sin muchos méritos, sin glorias que pregonar, salvo ese inicio prometedor ante Irán que fue sepultado por lo que seguiría.
Hubo abucheos para los seleccionados en el mismo estadio alemán, y la situación es muy crítica, aunque mientras se nos mueva una patita habrá que pensar en los milagros, en los sueños y que las esperanzas no nos abandonen.
Omar Bravo debe salir adelante de este fracaso, está joven y es de los nuestros. Es cuando un jugador necesita el apoyo antes de que se apague. Con otro técnico, la misma selección podría no estar tan presionada, pero en fin.