Qué interesante sería una final entre Brasil y Argentina. Por el paso que llevan en este Mundial ambas selecciones, se pronostica ese colofón de la gran fiesta, aunque en el futbol la lógica la trastornan los menos esperados o los cenicientos.
Pero viendo los rivales que ambos tienen se puede pensar con ciertas bases. Argentina estará hoy enfrentando a Alemania, la selección anfitriona que no ha tenido un paso arrollador pues la misma Costa Rica le destapó sus debilidades a la defensiva.
Y Brasil va mañana contra Francia que hasta que enfrentó a España sacó la casta y donde pudo al fin lucir la figura de Zinedine Zidane. Los amazónicos si salen inspirados y son exigidos podrían darnos un concierto de buen futbol.
No menospreciamos a los demás, sobre todo a Italia, pues aunque el futbol de la gran bota está en serios problemas, al igual que algunos de sus seleccionados, cuando se trata de pelear la escuadra azzurra sabe cómo resolver grandes problemas en la cancha.
Tampoco hacemos a un lado a los ingleses, que han ido de menos a más, y donde David Beckham volvió a tomar el timón para dirigir la orquesta al ritmo que él marca. Y su rival, Portugal, tiene muchos castigados y algunos lesionados.
El ceniciento podría ser el equipo de Ucrania, al que pocos toman en cuenta y que sin embargo tiene en Shevchenko a su gran líder, y un hombre que con sus facultades puede decidir un partido, especialmente si este encuentro es decisivo.
