El Continente Americano se ha quedado sin representantes en esta justa mundialista de futbol. Primero fue eliminada Argentina, y ayer, la gran favorita, la selección de Brasil, quedó también fuera al imponerse el futbol de conjunto de Francia y de Zidane.
Y si en 1998, en el mismo Estadio de Francia, los galos humillaron a los amazónicos con un 3-0 inobjetable, ayer los franceses solamente requirieron de un gol de Thierry Henry para imponerse a sus famosos rivales y dejar la fiesta sólo entre europeos.
Las grandes estrellas de la escuadra verde-amarilla se mantuvieron a la sombra ante el juego-asociación mostrado por Francia y orquestado por Zinedine Zidane, quien ha dicho que se va de la selección, y lo haría en su mejor momento.
Porque si ante España el maestro Zidane fue la pieza clave en la eliminación de los ibéricos, frente a los brasileños su categoría alcanzó niveles máximos, demostrando cómo debe comportarse un mariscal durante los 90 minutos de un encuentro.
A Carlos Alberto Parreira se le criticó el no hacer ajustes a tiempo y mantener en la cancha, pese a su pobre desempeño, a su capitán Cafú, mientras que al otro lado de la banca Raymond Domenech movía con tino sus piezas de ajedrez.
Temprano, Portugal, aportando su acierto en los tiros de penal, eliminó a Inglaterra, que era también de las favoritas, con lo que las semifinales serán entre equipos de gladiadores y la Copa se quedará sin las grandes figuras, que llegaron, decepcionaron y se fueron.