Trece es número cabalístico, y en el futbol también tiene importancia. Y fue con trece equipos como inició todo esto de los Mundiales de Futbol, precisamente un 13 de julio de 1930 en Montevideo, Uruguay, que celebraba el Centenario de su Independencia.
Y resultó toda una odisea realizar ese primer campeonato, no habiendo previamente una eliminatoria para seleccionar a los mejores, y con el poco interés de equipos europeos, que ponían como pretexto las grandes distancias y las largas trayectorias en barco.
Por ello, el día de la inauguración sólo estaban en la justa cuatro equipos europeos, representando a Bélgica, Rumania, Francia y Yugoslavia. Los tres primeros arribaron en el barco ?Conte Verde? mientras que los de Yugoslavia lo hicieron en el ?Florida?.
Como el estadio del Centenario aún no estaba terminado, el partido inaugural se tuvo que celebrar en El Pocito, estando en la cancha las selecciones de Francia y México, donde los nuestros fueron goleados sin piedad con un marcador de 4-1.
Ahí empezaría nuestro tránsito por este tipo de eventos en donde no hemos mejorado mucho por más que se diga lo contrario, salvo algunas individualidades que destacan, mas no así el conjunto en sí, que sigue atorado en un cuarto escalón.
La final fue entre Uruguay y Argentina, celebrándose este partido ya en el estadio del Centenario que olía a cal y cemento fresco. Los charrúas se impusieron con un contundente 4-2, y luego, los primeros campeones estuvieron a la alza y a la baja.
