Esta historia triste que vive Santos no empezó a escribirse ayer, ni antier. Tiene ya mucho tiempo que el equipo que iba en una pendiente se ha metido como un avión descendiendo en barrena dando giros hacia las profundidades.
Y vamos a la misma historia: se hizo un proyecto diferente que no tuvo continuidad y empezaron los cambios de técnicos, sin que ninguno de los que iban llegando tuviera éxito y todo parece indicar que así seguirán las cosas sin rumbo fijo.
En las mesas de los escritorios de la directiva alguien tiene que llenarse de serenidad y luego de analizar muy bien toda la situación empezar a aportar soluciones congruentes que ayuden a salir de este vuelo en barrena que acabará con todo lo que se hizo.
Nos consta que los jugadores ponen su mejor esfuerzo y no les alcanza. Puestos en posiciones diferentes, dejando en la banca a quienes podrían ayudar. Y sin aportaciones todavía de los que han llegado, muestran un cuadro que desespera.
Aquí hemos criticado lo que ocurre porque nos asomamos a los entrenamientos y esta vez hemos visto cosas muy diferentes que han influido en los resultados. El equipo sigue interesando a una afición que continúa apoyándolo.
¿Qué sigue? Esa pregunta la hemos venido haciendo desde hace mucho. Se barajan muchas cosas y la figura de Daniel Guzmán parecía perfilarse como el sucesor del que ha estado en los últimos tiempos. Y todavía hay tiempo para reaccionar, mañana no.
