Les pegaron donde les duele, nos dijo ayer una persona muy conectada con el futbol profesional, refiriéndose a la medida que ha tomado la directiva de Tigres al tocar los bolsillos de los jugadores, ante la falta de resultados.
Y para que perciban lo que venían cobrando, tendrán que conseguir 19 de 24 puntos en disputa, o sea, ganar seis más un empate de los ocho juegos restantes, una misión difícil tomando en cuenta la presión en la que están sumergidos.
Y hubo más reacciones, pues la tarde del mismo martes se anunció la salida del vice-presidente Miguel Ángel Garza, lo que motivó una serie de rumores, pues unos dicen que no se fue por su propia voluntad sino por sus malas decisiones.
Se le acusa de no tener éxito en sus propuestas, como el haber influido en la salida de Ricardo Ferreti para contratar a José Luis Trejo y todavía habría más noticias si ocurriera la hazaña de que Santos Laguna fuera a ganarle a Tigres en el Volcán.
Y es que los que ponen los centavos y son dueños del balón, dirigen ahora su mirada a la gente de los escritorios, dada la gran inversión realizada y que no tiene respaldo en la cancha, con los pobres resultados que han logrado los felinos.
Unos Tigres regañados y amenazados recibirán este sábado a los verdiblancos del Santos, que ojalá con otra mentalidad puedan aprovechar la circunstancia que se presenta ideal para conocer la victoria en este torneo. ¿Podrán lograrlo?
