Esta liguilla que vivimos aporta muchos temas de diferente índole. El grave es la violencia que vuelve a aparecer en varios estadios, como ocurrió en CU durante el encuentro entre Pumas y Tuzos, saliendo lesionadas muchas personas y un policía.
Las cámaras captaron cuando el guardián del orden recibió un puntapié que lo envió de espaldas hacia las gradas y luego se vio cómo se arrancaban las bancas y eran arrojadas a la cancha, situación que dijeron dirigentes de Pumas que no era grave.
También las cámaras registraron la violencia en La Bombonera al final del encuentro entre Diablos y Rayados. Ahí mismo se veía a Luis Miguel Salvador, vicepresidente del Monterrey, arrojado de un lado para otro, lo que nunca debería ocurrir en un estadio.
En Monterrey, también las cámaras y los micrófonos captaron los gestos y las declaraciones de Miguel Herrera, antes del partido de vuelta de su equipo, insultando a los medios de información y a los aficionados que mostraban su disgusto.
Miguel, en una de sus clásicas actitudes presentó al final del partido en Toluca su renuncia, esperando la reacción de los aficionados y sobre todo de los directivos para que se le confirme en su puesto y pueda así seguir cobrando su elevado salario.
La nota triste la proporciona el fallecimiento del ingeniero Javier de la Torre, quien fuera director técnico de las Chivas Rayadas y de la Selección Nacional, padre de Eduardo de la Torre, muchos años ligado con la institución del Santos. Nuestro pésame a él y su familia.