Entre los personajes importantes de nuestro futbol mexicano, el ingeniero Xavier de la Torre, recientemente fallecido, tiene un lugar muy especial. No sólo ganó cinco títulos de liga y seis campeón de campeones, así como otros de carácter internacional.
También aportó personalidad al medio futbolístico, como todo un profesional, con un trato educado y firme en la conducción de jugadores, a los que ponderaba primero como seres humanos. Era ingeniero civil y un buen profesionista, pero el futbol era su gran pasión.
Había nacido en Aguascalientes, y así como muchos jóvenes de su época se trasladó a Guadalajara, donde hizo su propia historia. Fue de los que daban gran apoyo a jóvenes con facultades, confirmando que los puestos titulares se ganan día tras día.
Decía que si alguien quiere triunfar, primero tiene que ser disciplinado. Eran famosas sus multas para quienes se salían del orden y lo establecido en el equipo Chivas, al que convirtió en el ?campeonísimo? y lo mantuvo en la cúspide por mucho tiempo.
Estuvo, además, al frente de la Selección Nacional y aportó ahí también un estilo de seriedad y respeto. Eran famosos sus castigos cuando alguien no atendía las medidas disciplinarias y no había poder humano que lo obligara a condonar las faltas.
Mucho de su estilo, de su trato, de su forma de ver el futbol y quienes están en él, se lo heredó a Eduardo. ?El Yayo? uno de sus diez hijos, busca sus propias glorias, habiendo dirigido antes al Santos Laguna y hoy al Jaguares de Chiapas.