A Carlos Hermosillo lo entrevistamos algunas veces mientras vestía la camiseta del Cruz Azul y luego cuando lo encontrábamos en esta ciudad, donde estaba involucrado con un negocio de pinturas. Su trato fue siempre amable y cordial.
Hoy está al frente del deporte de nuestro país y renacen las esperanzas para buscar mejorías en todo lo que comprende la práctica de las diferentes ramas, escenarios, organización e incremento de selecciones que vayan a competir al extranjero.
Como conoce bien la República y nunca anda con gestos de mortificación como otros dirigentes, es de esperarse que la misma provincia sea atendida debidamente y que las diferentes ramas cobren el impulso que merecen desde hace tiempo.
Hay mucho por hacer en todo nuestro territorio. Esa lucha frontal que se anuncia para sacar a nuestra juventud de los caminos equivocados, tendría un gran respaldo por medio del deporte vía el futbol, el beisbol, el basquetbol, etcétera, etcétera.
Hacen falta también instructores altamente capacitados que asuman la responsabilidad con conocimientos y con capacidad y entrega. Y hace falta una mayor atención para los deportistas con capacidades diferentes.
Carlos Hermosillo vuelve a ser ahora la esperanza de niños y jóvenes que podrían tener un mejor mañana si entre sus actividades incluyeran la práctica de alguna rama, lo que los ayudaría a ocupar su tiempo en algo realmente constructivo.